Sa Pa, también llamada Sapa, es una región de la provincia de Lào Cai, ubicada al noroeste de Vietnam, junto a la frontera con China.
Se trata de una zona montañosa muy popular para hacer caminatas y disfrutar de los preciosos paisajes de arrozales, en un entorno rural que invita a la relajación y a evadirse del estrés de Hanói.
Sapa se visita de una manera muy particular. La mayoría de los alojamientos turísticos son homestays, donde te alojas en casa de una familia, comes con ellos y te llevan de excursión por la zona. Otra cosa que hace especial a Sapa es que aquí viven diversas minorías étnicas. En Vietnam, la etnia dominante se llama Kinh, el 86 % de la población vietnamita es Kinh, pero en Sapa el porcentaje de Kinh es tan solo del 15 %, el resto está repartido entre otros grupos étnicos o tribus. Los cuatro principales son los siguientes: los Hmong (52 %), los Red Dao (25 %), los Tay (5 %) y los Giay (2 %). Cada tribu tiene su propio idioma, pero entre ellas hablan vietnamita, el único idioma que tienen en común.
A nosotros nos encantó, fue una experiencia muy auténtica, alejada del turismo de masas que encontramos en otras partes de Vietnam.
¿Cómo llegar a Sapa?
Hay dos formas de llegar a Sapa: en tren y en autobús. La manera más barata y práctica es el autobús y la gente suele ir desde Hanói, aunque algunos van desde otros destinos turísticos populares del norte como Halong, Ninh Binh o Ha Giang. En cualquier caso, todos los autobuses se reservan a través de la web de 12Go.
Nosotros hicimos el viaje de ida y vuelta desde Hanói. Como el trayecto dura unas 6 horas, lo más habitual es viajar de noche para no perder mucho tiempo. Los autobuses están preparados para este tipo de trayectos y, además de asientos estándar, tienen camas. La compañía más típica es Sao Viet Bus, aunque hay otras como Kadbus, con la que lo cogimos nosotros. Lo reservamos en https://12go.asia/es filtrando en la opción «Compañía operadora» Kadbus, y lo mismo se haría con la otra compañía filtrando por «Sao Viet». Hay varios tipos de asientos y camas en las cabinas, en literas. Nosotros escogimos una cabina sencilla, upper bed, que es una cama en la litera de arriba; otra opción es lower bed, que es la cama de la litera de abajo, y otra opción es couple bed, pensada para parejas, aunque el espacio es estrecho para dos personas occidentales, así que recomendamos coger individuales. En Sao Viet la opción que tenéis que elegir es «Cabina VIP» (VIP Cabin en inglés), ya que la otra, «Coche cama» (Sleeper en inglés), es solo un asiento reclinable.
Al subir al autobús hay que descalzarse y guardar las botas en bolsas de plástico que te facilitan. También te dan una botella de agua para el viaje. Nosotros recomendamos llevar una chaqueta porque el aire acondicionado suele ser fuerte y puede hacer frío, aunque también dan una manta. Hay que estar media hora antes de la salida porque, en cuanto se llena, el autobús sale, aunque sea antes de la hora establecida. En los autobuses no hay baños, pero se hacen dos paradas para ir al baño (de pago, 3000 VND por persona) y comprar algo de comida si se quiere.
Nuestro bus Kadbus salió a las 22:00 desde 160 Trần Quang Khải, en el barrio antiguo de Hanói, pero para estar seguros, poned las coordenadas que aparecen en el billete en Maps. Dormir, lo que es dormir, no se duerme mucho, porque hay mucho traqueteo por el estado de las carreteras y por el tráfico a la salida de Hanói, pero bueno, al menos las camas son más o menos cómodas. Llegamos a las 4:00 de la mañana a la parada situada junto a las oficinas de Kadbus Sapa, en 645 Đường Điện Biên Phủ. Pero no hay por qué bajarse del autobús a esa hora, la gente se queda durmiendo más tiempo y el autobús se queda ahí parado porque no vuelve a salir hasta por la mañana.
Desde ahí hasta los homestay hay un largo camino que no se puede recorrer andando, y menos a las cuatro de la mañana. Tenéis que tomar un Grab o acordar el traslado con el alojamiento. Nosotros avisamos a nuestro homestay de la hora a la que llegábamos y mandó un taxi a buscarnos, y lo mismo para la vuelta. Los taxis los tiene que pagar el turista, aunque es posible que el alojamiento se ofrezca a pagar una parte o a ir a buscaros en coche propio.
¿Dónde alojarse en Sapa?
Como hemos comentado, lo habitual y que hace de esta una experiencia única es alojarse en un homestay, que normalmente están en las montañas y un poco alejados de la ciudad. Pero, ¿cómo elegir un homestay? En general, lo que mejor funciona es el boca a boca: conocidos o gente que se haya alojado en uno y tenga buenas referencias, ya que las familias con homestay no tienen mucho dinero para invertir en publicidad o anunciarse en páginas web.
Nosotros nos quedamos con Mama Mao Cang Homestay, de la etnia Hmong. Una amiga nuestra que ya se había alojado con ella nos la recomendó y ambos salimos encantados. En Maps aparece su número de teléfono, para reservar tan solo hay que escribirle un mensaje por WhatsApp y decirle qué días vais a ir y cuántas personas sois. El precio es de 1.000.000 VND (35 €) por noche y por persona, o 50 € por persona si son dos noches, e incluye desayuno, comida, cena y caminatas por la zona. Solo se puede pagar en efectivo, así que aseguraos de llevar suficiente, sobre todo porque solo hay cajeros en Sapa ciudad. Ya solo por aprender sobre su vida y su cultura, mereció la pena. Lo normal es no salir de la aldea, la mayoría no ha ido siquiera a Hanói; se casan a los 15 años y a los 21 no es nada raro tener ya uno o dos hijos. Mama Mao Cang, a la edad de 39 años, ya tenía 6 nietos.
Otros amigos escogieron Sapa Sisters, un grupo de mujeres hmong con quien puedes alojarte o simplemente contratar un día entero de trekking con ellas. Son un grupo grande y distinto a los homestay habituales. Tienen hasta página web y son un poco más caras que el resto, aunque la experiencia fue muy buena también.
Otra opción es hacerlo por libre: alojarse en un hotel en Sapa ciudad o en las montañas y luego hacer caminatas por cuenta propia o contratando un guía. Para esta alternativa, os podemos recomendar un hotel/bungalow precioso donde se alojaron unos amigos: Chapa Farmstay - Mountain Retreat. No convives con una familia, sino que tienes una habitación de hotel en las montañas y puedes contratar guías para las caminatas.
¿Qué ver en Sapa?
Lo bueno de esta experiencia es que no hay que llevar nada, ni preparado ni mirado; la dueña del homestay se encarga de llevarte a los distintos sitios y hacer caminatas según el nivel de dificultad o el tipo de paisaje que te apetezca en cada momento. Las caminatas cortas se hacen por el valle o por las zonas cercanas al alojamiento; las largas, por la montaña. El primer día, como llegamos a las 5 de la mañana, llegamos al alojamiento y nos fuimos a dormir hasta las 10, hora en la que nos sirvieron el desayuno y hablamos sobre qué tipo de caminatas queríamos hacer.
Un aspecto a tener en cuenta es que en Sapa es muy habitual que haya niebla densa; a nosotros nos pasó y a todos los amigos que han ido también, en distintas épocas. Así que no esperéis ver los paisajes impecables y despejados de las postales, porque puede que el tiempo no acompañe. La mejor época para visitar Sapa es abril y mayo, ya que después llega la época de lluvias y niebla. También hay que decir que en esta zona hace más frío que en el resto de Vietnam, aunque suene raro, hay que dormir tapado con mantas, e incluso en diciembre o enero se ha visto nevar algún año.
En nuestra primera mañana, la niebla era tremenda y apenas se veía más allá de dos o tres metros, por lo que Mama Mao Cang nos prestó vestimenta tradicional de su tribu y nos llevó a un funeral, pero no uno como os imagináis. Los Hmong celebran el aniversario de la muerte de alguien, incluso si ha muerto hace más de 10 o 15 años, con una fiesta que suele durar tres o cuatro días y a la que acude toda la aldea. Allí coincidimos con otros turistas que se alojaban en otros hogares invitados también al funeral. Claramente se nota quiénes son los turistas, pero a nadie le importa; todos tratan de integrarte, aunque sea con un inglés muy rudimentario. Algo que une mucho es el alcohol, y en estas fiestas la costumbre es beber happy water, un vino de arroz suave, de la siguiente manera: hay varias botellas repartidas entre la gente, alguien te manda beber un trago, luego te quedas tú con la botella y tienes que buscar a otra persona a la que mandar que beba y cederle la botella. Otra tradición de estas fiestas es matar un búfalo, despiezarlo y cocinarlo para que coma todo el mundo. En nuestro caso, ya lo habían matado cuando llegamos y luego nos sirvieron trozos de carne de búfalo para almorzar. También se aprende mucho sobre sus formas de vida. Por ejemplo, vimos a varias personas con manchas en la frente y resulta que, para quitar el dolor de cabeza, se ponen un cuerno de búfalo ardiendo en la frente y la mancha persiste durante algunos días o semanas.
Por la tarde, la niebla se disipó un poco y pudimos caminar por la zona. Primero, dimos un paseo por los bancales de arroz. El arroz es la principal fuente de subsistencia de estas aldeas, lo plantan para consumo propio, no para vender, y la presencia de búfalos de agua es importante para su producción. Son ellos los encargados de aplanar la tierra, normalmente en torno a mayo, para que luego se planten las semillas. Por eso veréis algunos búfalos por aquí, pero no son salvajes, pertenecen a familias. También veréis en las tiendas productos hechos con fibra de cáñamo; en otros sitios se lo fuman, pero ellos lo plantan para hacer ropas con su fibra.
Todos los homestay se encuentran en las laderas de las colinas, en medio hay un valle con una cascada ("Water fall" es la ubicación). Una típica caminata comienza en los bancales de arroz y acaba en esta cascada. Ahí podéis tomar algo en un bar que hay al lado o volver al homestay o seguir caminando por otras zonas.
Otra ruta típica termina en Sailing Sapa, un restaurante con unas vistas fabulosas, donde se puede tomar un café o almorzar y, además, se puede pagar con tarjeta. Este es el paisaje típico de Sapa: bancales de arroz, el valle abajo y, al fondo, las montañas, siempre que la niebla lo permita.
Para caminatas largas, una de las más populares entre los turistas es la del Fansipan, la montaña más alta de Indochina, con 3143 metros. El punto de inicio es la estación Muong Hoa Station, a la que se puede llegar en tren desde la estación Ga Mường Hoa - Sun Station que está en Sapa ciudad. Una vez allí, comienza la subida. Se puede subir en teleférico (Fansipan Cable Car, 800.000 VND/adulto ida y vuelta), suele haber cola, sobre todo en fines de semana, y luego hacer una pequeña caminata de 600 escalones hasta llegar arriba, o tomar otro funicular que cuesta 180.000 VND por persona. Otra opción es subir andando, pero son unas seis horas, así que no es apta para todo el mundo. En cualquier caso, solo merece del todo la pena subir si el día está más o menos despejado, ya que con niebla no se ve nada, ni arriba ni durante la subida. Chequead el tiempo antes.
¿Qué ver en la ciudad de Sapa?
Aunque la estancia principal suele hacerse en las aldeas de la región de Sapa, podéis reservar una o dos horas antes de volver a Hanói o a vuestro siguiente destino para dar una vuelta por la ciudad de Sapa. El centro es muy pequeño y gira en torno al lago Sa Pa Lake (Hồ Sa Pa) y la plaza que hay al lado, la Sapa Lake Square (Quảng Trường Hồ Sa Pa).
Podéis tomar un café en alguna de las cafeterías de la plaza, tomar unos pasteiltos de castañas (Sapa chestnut cake) que son la especialidad local, ver el parque Sapa Park y llegar hasta la iglesia de Sapa (Sapa Church / Nhà Thờ Đá Sapa), iglesia católica construida en 1895 por los franceses, que se ilumina también por la noche.
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