Alicante –Alacant en valenciano– es una ciudad española de 330.500 habitantes situada al este de la Península Ibérica, a orillas del Mar Mediterráneo y es la capital de la provincia homónima.
Tanto la ciudad como la provincia atraen mucho turismo nacional e internacional en verano, gracias a sus precios relativamente económicos en comparación con otros destinos mediterráneos. Los museos son, en general, gratuitos y se pueden encontrar restaurantes que sirven pescado fresco a precios asequibles.
Para explicar el nombre de Alicante hay que remitirnos a una antigua leyenda. Alicante procede de Ali y Cántara. Cántara era una princesa musulmana que vivía con su familia noble en lo que hoy es la ciudad de Alicante. Entre los muchos pretendientes que tenía la bella princesa, destacaron Almanzor y Ali, dos guerreros árabes que pugnaban por su amor. Para ayudar a su hija con la decisión, su padre decidió ponerles pruebas: Almanzor tendría que ir a la India a por seda y especias y Ali debía construir una acequia con que proveer de agua a la ciudad. Estando Almanzor de viaje, Ali aprovechó para cortejar a la dama a través de poemas y cartas, con la fortuna de que esta acabó enamorándose de él. Sin embargo, Ali no llegó a terminar la tarea encomendada por el padre, y Almanzor sí consiguió traer el encargo de la India, por lo que el padre de Cántara decidió que el elegido para el matrimonio sería Almanzor. Ali, destrozado por la noticia, se tiró por un barranco y Cántara, al enterarse, decidió hacer lo mismo. Por si fuera poco, el califa y padre de la joven no pudo con el dolor de la muerte de su hija y también se acabaría suicidando. Es así como la ciudad pasó a llamarse Alicántara y, con el pasó de los años, Alicante.
¿Qué ver en Alicante?
La zona más turística de la ciudad se centra junto a la zona del puerto y la playa. Comenzaremos la visita por el castillo de Santa Bárbara (castell de la Santa Bàrbara), un castillo del siglo IX cuando los musulmanes habitaban la Península Ibérica. Al castillo se puede subir andando, en coche y en ascensor. Las dos primeras opciones son gratuitas mientras que para la tercera hay que pagar 2,70€. Este ascensor tiene tres paradas: la primera en la Playa del Postiguet (de pago), la segunda en la parte baja del castillo y la tercera en la parte más alta del mismo. Se puede subir gratis entre la 1 y la 2 pero la 0 es de pago como decimos.
Una vez arriba, el acceso a la fortaleza es gratuito, puedes pasear por ella abiertamente e incluso podrías encontrarte con escenarios ya que se celebran eventos y conciertos en el recinto. Las vistas desde arriba son inigualables.
Vistas desde el castillo de Santa Bárbara
La playa que vemos debajo del castillo es la Playa del Postiguet. Alicante es la provincia con más banderas azules de España, un distintivo que se otorga a aquellas playas con una cierta calidad de agua, una buena labor informativa y de gestión ambiental y con buenos servicios e instalaciones. En este sentido, la Playa del Postiguet es una de ellas. Si miramos desde aquí en dirección al castillo y a la montaña que hay debajo, podéis vislumbrar, con un poco de imaginación, la figura de Ali, el de la leyenda del nombre de Alicante que hemos contado anteriormente. Está mirando a la izquierda y se puede distinguir, la boca, nariz, ojos y un turbante, en lo que se conoce como Cabeza del moro.
Regresando abajo, veremos primeramente el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), el más famoso de la ciudad. El museo recorre las distintas épocas de la historia más antigua centrándose en las excavaciones arqueológicas, no tanto en cómo era la vida de los primeros habitantes la Tierra. No está de más tener clara las etapas de la historia antes de visitarlo.
- La Prehistoria
- Paleolítico (2,5 millones de años a.C. – 10.000 a.C.)
- Mesolítico (10.000 a.C. – 7.000 a.C. con el descubrimiento de la agricultura y ganadería, pasando de ser nómadas a ser sedentarios.
- Neolítico (7.000 a.C. – 3.000 a.C.)
- Edad de los metales (cobre/bronce/hierro 3.000 a.C. - siglo I d.C.)
- Edad antigua (3.500 a.C. con la invención de la escritura – 476 d.C. con la caída del Imperio Romano de Occidente)
- Edad media (siglo V d.C. – siglo XV d.C. con el descubrimiento de América)
Cuando estuvimos nosotros había una exposición temporal sobre la cultura maya –que habitó en la península del Yucatán: Belice, Guatemala y México–, también muy interesante. Destacar al ruso Yuri Knórozov, quien consiguió descifrar el lenguaje escrito de los mayas en 1952, aunque sus logros no serían oficialmente reconocidos hasta 1992.
Fachada del edificio del MARQ, en la plaza dr. Gómez Ulla
Nos dirigimos ahora al casco antiguo de la ciudad, y no hay nada más antiguo que el barrio de Santa Cruz, conocido por sus calles estrechas y casas decoradas con macetas y plantas. Este barrio está ubicado pegado al barrio de San Roque, por ello mucha gente los considera el mismo. Buen ejemplo de ello son las iglesias que dan nombre a los respectivos barrios: por un lado, la Ermita de Santa Cruz (siglo XVIII), acompañada de un mirador gracias que se ubica al borde del castillo; y, por otro, la Ermita de San Roque (año 1559).
Por esta zona debemos hacer una parada en la Plaza de Santa María, donde nos sorprenderá la bonita fachada de la Basílica de Santa María. Edificada sobre una mezquita en época musulmana, esta es la iglesia más antigua de la ciudad (siglo XIV), de culto católico y construida en estilo gótico.
En esta misma plaza tenemos el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), de acceso gratuito. Consta de una exposición temporal en la planta baja y tres plantas de exposiciones permanentes, con una gran colección dedicada al famoso artista alicantino Eusebio Sempere (1923-1985). Estos son sus horarios; cierra los lunes.
Cerca de esta plaza se puede visitar, también de manera gratuita, el Museo de Aguas de Alicante - Pozos de Garrigós, en la Plaza del Puente. Es un museo que enseña el trato del agua por la población a lo largo de la historia. Como todos los museos, cierra los lunes y en su página web tenéis sus horarios.
Moviéndonos en dirección este, vamos a visitar la Santa Iglesia Concatedral de San Nicolás de Bari de Alicante. Se trata de una iglesia católica, de estilo renacentista y también construida sobre una antigua mezquita. Se puede visitar gratis de 08:30 a 13:00 y de 17:30 (18h en verano) a 20:00.
Junto a la concatedral, no podemos dejar de pasar por la plaza del Ayuntamiento (plaça Ajuntament) para visitar el Ayuntamiento de Alicante. El edificio está en pleno barrio de Santa Cruz, de estilo barroco (siglo XVIII).
Por esta zona hay dos plazas dignas de mención: la plaza Gabriel Miró y la plaza Portal de Elche. ¿La razón? Albergan varios ficus de enormes dimensiones —hasta 20 metros de altura— y más de 100 años de edad. De hecho, están protegidos por ley.
De la plaza Portal de Elche nace una calle muy entretenida si vamos con niños, la calle San Francisco. Esta calle era conocida por su lamentable estado y poca fiabilidad en cuanto a seguridad se refiere; por esta razón en 2013 se decidió decorarla con setas gigantes y casitas con forma de setas, algo que devolvió el turismo y amenizó su aspecto, sin duda alguna. Por eso también se la conoce como calle de las Setas (Carrer de les Setes).
Calle de las Setas
Otra de las calles más famosas del casco antiguo es la Calle Castaños (Carrer Castaños), la calle del tardeo en Alicante. Es una calle con muchas terrazas y restaurantes, casi siempre llena de gente tomando algo desde media tarde hasta la noche.
Como no podía faltar en una ciudad mediterránea, hay que ver el Mercat Central, el clásico mercado de abastos construido en 1921, muy bonito tanto por fuera como por dentro. Se encuentra en la avenida Alfonso X El Sabio, la cual te lleva directamente a la Estación de Trenes, junto a la plaza de los Luceros.
Para media tarde y tarde noche, no hay mejor plan posible que dar una vuelta por el paseo de la Explanada de España (passeig Esplanada d'Espanya), una de las partes del Paseo Marítimo de Alicante, siempre con mucho ambiente por sus puestos callejeros de artesanía y manualidades varios. El paseo marítimo se construyó en 1950 donde antes había un malecón para parar las olas. Para su construcción, se emplearon más de siete millones de teselas de mármol formando las siluetas de olas, convirtiéndose en una de las imágenes más emblemáticas de Alicante.
Imprescindible por el paseo es tomar una horchata típica de Alicante en el Kiosco Peret, abierto desde 1916, y un helado en alguna de las múltiples heladerías de la zona, como en la de Antiu Xixona que es una de nuestras favoritas. Tanto si vamos a la playa como si vamos a pasear por la zona, hay un aparcamiento a pie de playa gratuito —salvo por la propina para los gorrillas—.
El paseo acaba en la plaza Puerta del Mar, donde destacan dos edificios: la Cámara de Comercio de Alicante y la Casa Carbonell que nos traen una historia muy curiosa. Un empresario de la ciudad alicantina de Alcoy, don Enrique Carbonell Antolí, vino de visita en 1918 a Alicante para adquirir un inmueble. Por el camino tuvo un percance, de tal manera que se le ensuciaron y rompieron las ropas que llevaba. Dadas las circunstancias, decidió alojarse en el actual edificio de la Cámara de Comercio de Alicante, que por aquel entonces era un hotel, el Antiguo Hotel Palas. Los empleados del hotel le negaron el acceso por las pintas que llevaba. Enfadado y humillado, el señor Carbonell decidió en 1925 construir justo al lado, este majestuoso e impresionante edificio, la Casa Carbonell, que claramente dejó estupefactos a los empleados y dueños del Hotel Palas.
Casa Carbonell con el inicio del paseo de la Explanada a la izquierda
En esta misma plaza, el paseo marítimo continúa en dirección al puerto, con más puestos, el Casino Mediterráneo, y varios restaurantes y freidurías de pescado. Esta zona es también la zona de marcha, pues hay unos cuantos bares al aire libre, siendo la discoteca Marmarela, justo al final del muelle, la más famosa de todas.
Paseo marítimo con el castillo de Santa Bárbara al fondo a la derecha y la casa Carbonell a la izquierda
¿Dónde comer en Alicante?
Como en todas las ciudades costeras, hay que tener cuidado para evitar los típicos sitios de comida de mala calidad hecha para los turistas. Hemos veraneado por aquí varios años y estos son algunos sitios donde se come bien:
→ Nou Manolin. Este es un restaurante más elegante, con una calidad excelente pero precios altos. Calle Villegas, 3.
→ Ginos. Obviamente a estas alturas no vamos a descubrir este restaurante a nadie, pero en este caso merece estar en la lista por el lugar en que se encuentra. Está en el centro comercial Plaza Mar 2 y cuando vayáis a cenar, pedid hacerlo en la terraza, muy tranquila y con unas vistas al castillo impresionantes de noche.
→ La Pucelana. Salvo por el servicio, es un sitio muy bueno para comer/cenar de pinchos y tostas, son de calidad y nada caras. El sitio es una vermutería también por lo que no tenéis que ir a comer necesariamente, basta con ir a probar uno de los múltiples vermuts de los que disponen. Está en Glorieta Alcalde Agatángelo Sol, 4.
→ Indian House. Restaurante indio excelente con un buen servicio.
→ Daikichi (calle Segura 1). Uno de los mejores japoneses según TripAdvisor, lo probamos y no defraudó. Los platos son pequeños pero todos riquísimos. El restaurante se encuentra en pleno centro, en la calle Segura 1, y es un sitio muy pequeño por lo que conviene reservar para asegurar mesa. Por ponerle algún pero, las mesas están demasiado juntas pero, en cualquier caso, merece la pena. Otro japonés de menor categoría pero que también está bien es el Miss Sushi, en la calle Castaños 3. Este tiene descuento si reserváis con El Tenedor. Los platos de sushi estándar no nos convencieron mucho, pero los que tienen en la página de "éxitos" fueron un acierto.
→ La Milagrosa Rooftop. Dejando de lado los restaurantes, si tan solo queremos tomar algo tranquilamente, este rooftop bar no falla. Se halla en la cuarta planta del B&B La Milagrosa, junto al museo MACA y tiene unas vistas del castillo espectaculares.
Más alternativas en Alicante
Si aún tenemos tiempo de ver más cosas, una buena opción es ver el cartel del Centro Cultural Las Cigarreras, donde a veces hay exposiciones interesantes.
Además de la playa del Postiguet que es la más céntrica pero un tanto pequeña, uno puede ir a darse un baño a la playa de San Juan, mucho más amplia, si bien para llegar hasta allí hay que ir en coche o en tranvía. Son siete kilómetros de arena blanca, desde el Cabo de las Huertas hasta el Campello. Muy típicas son las paellas en restaurantes a pie de playa como el Restaurante Casa Julio y el Restaurante Casa Domingo o, fuera de ella pero con vistas al mar, el Restaurante Daksa.
Excursiones desde Alicante
La provincia de Alicante tiene un sinfín de pueblitos y ciudades por descubrir que bien merecen una visita. Aquí van unos cuantos:
Isla de Tabarca. Es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, donde apenas viven unas 50 personas, que en invierno se reducen a 20 y en verano alcanzan las 3000 gracias a los barcos con turistas procedentes de Alicante. Hay barcos diarios desde los puertos de las principales ciudades alicantinas (Alicante, Benidorm, Santa Pola, Calpe, etc.) dada su cercanía; por ejemplo, desde Alicante hasta Tabarca hay 20 kilómetros y desde Santa Pola, 8,5. Aunque hay algunos hoteles en la isla, casi todos los turistas vuelven en el último barco y la ciudad retorna a su estado de tranquilidad. Tabarca vive del turismo, pero no un turismo de desenfreno, tiene muchos restaurantes pero ninguna discoteca. La isla es muy pequeña, en una mañana o una tarde da tiempo para ver sus principales puntos turísticos, como la Iglesia de San Pedro y San Pablo, uno de los paisajes más reconocibles al llegar en barco, y la Muralla de Tabarca, y es que la isla se fortificó con una ciudadela en el siglo XVIII para proteger de piratas y acoger a familias italianas procedentes de otra isla cercana a Túnez llamada Tabarca, que pertenecía a la República de Génova, y que fue asaltada y ocupada por los tunecinos. Al traer a estas familias, renombraron la isla como Nueva Tabarca, y con el paso del tiempo se quedó como tan solo Tabarca, aunque en algunos sitios aún se ve lo de Nueva Tabarca. Además de ver, también merece la pena comer en alguno de sus restaurantes y probar la especialidad de la isla: caldero de Tabarca, que es un guiso con pescado fresco, patatas y un caldo de pescado, acompañado normalmente de un arroz.
Altea, una ciudad preciosa de 24.000 habitantes con ese aire mediterráneo tan característico. Un recorrido por Altea podría empezar por el Portal Vell o Portal Viejo en castellano, que es donde nace la Calle Mayor (Carrer Major) que os lleva a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Consuelo (Santa Maria del Consol d'Altea), construida en 1607 y reconstruida en 1910. Lo más reconocible de ella son sus cúpulas de colorres azul y blanco, unos colores muy mediterráneos. También es obligatorio pasaros por alguno de sus miradores, por ejemplo el de Glorieta del Maño. Desde aquí se ve la bahía de Altea y el Peñón de Ifach (332 metros) al fondo, que pertenece a Calpe. Y para terminar el día podéis terminar de patear el pueblo, pasear por sus calles del casco antiguo, como la de Calle San Miguel (Carrer Sant Miguel), llena de tiendas de artesanía, pues Altea es una ciudad con muchos artesanos históricamente, y lugares célebres como la Casa Gades-Marisol, donde vivieron la cantante Marisol y su pareja, el baliarín Antonio Gades, hoy en día convertida en una casa de alquiler vacacional.
Denia, una ciudad de unos 40.000 habitantes, aunque en verano, lógicamente, muchos más. En la ciudad, lo más atractivo es el Castillo de Denia (Castell de Dénia), del siglo XII, y el barrio Baix la Mar, un barrio de pescadores junto al puerto. Y si tenéis más tiempo y os gusta la naturaleza, bien merece la pena hacer una caminata por el Parque natural del Montgó. En el ámbito culinario, hay productos muy típicos de aquí como la gamba roja de Denia, que se puede comer sola o en platos, como la gamba amb bleda, que traducido sería gamba con acelga. Para comer en Denia, nuestra recomendación es que vayáis a comer al Restaurante Estanyó, unos de los mejores arroces que hemos probado.
Muy cerca de Denia se puede hacer una excursión a la llamada Cova Tallada, traducido al castellano sería cueva cortada, una cueva de 400 metros de profundidad hecha por el hombre, de ahí el nombre, que la usaba como cantera para extraer piedra y usarla en la construcción. Por ejemplo, el Castillo de Denia se hizo con piedras procedentes de esta cueva. La cueva se encuentra en un lugar idílico y además podremos bañarnos. Se puede llegar en kayak desde la playa de Les Rotes en un paseo de unos 20 minutos o caminando. Eso sí, para esta segunda opción, desde el aparcamiento en Les Rotes nos espera un camino complicado (Senda de la Cova Tallada) de unos 45 minutos poco guiado de no ser por la fila de gente que va allí. El hecho de que sea un tanto difícil llegar hace que se conserve mejor, evitando en cierta manera la acción humana. La cueva se puede recorrer, aunque es mejor hacerlo con un guía, los que ofrecen los paseos en kayak suelen ofrecer este servicio también. De esta manera podréis llegar hasta el final de la cueva, donde hay unas pilas donde cae el agua dulce que se filtra por las rocas y que utilizaban los mineros para beber e hidratarse durante el trabajo. Para evitar las aglomeraciones, en ciertas fechas como semana santa, puente de mayo y verano el acceso está limitado y es necesario pedir un permiso (gratis) desde la web del Parque natural del Montgó que te garantice una franja de tiempo. Si contratáis una excursión con kayak, estos ya suelen incluir el permiso, aunque conviene aclararlo.
Benidorm, una de las ciudades más turísticas de España. Tenéis la zona de playas, muy frecuentadas por la tercera edad, que madruga para reservar su trozo de arena a primera hora la mañana; el casco antiguo, que podéis ver recorriendo la calle Passeig de la Carretera, comúnmente conocida como calle del coño, porque es una calle en la que siempre te encuentras a alguien conocido, de tal manera que la gente exclama ¡coño!, cómo tú por aquí, y ese tipo de cosas; y los rascacielos. Y es que Benidorm es la ciudad española con mayor número de rascacielos por número de habitantes. Uno de los más icónicos es el Edificio Intempo, un rascacielos residencial, de 202,5 metros de altura, 47 plantas y con una fachada de vidrio con forma de M de un color dorado especialmente llamativo: o te gusta o lo odias, rara vez hay un punto intermedio. Es el edificio más alto de Benidorm y el quinto más alto del país después de las cuatro torres de Madrid. En la sección gastronómica, queremos recomendar un restaurante muy bueno cerca de Benidorm, el Restaurante en Finestrat Font del Molí.
Elche, famosa por el Palmeral de Elche, un parque fundado en época musulmana que cuenta con cerca de 250.000 palmeras, algunas con más de 300 años de antigüedad. Es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. También es conocida por la Dama de Elche, una escultura del siglo V-IV a.C., de cuando los íberos habitaban la Península Ibérica, encontrada en 1897 en el Yacimiento Arqueológico La Alcudia, al lado de Elche. Tras haber pasado por el Museo del Louvre y el Museo del Prado, actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. En cuanto a la ciudad en sí, el centro del casco antiguo lo marca la Basílica de Santa María, donde anualmente entre el 14 y 15 de agosto se celebra el Misterio de Elche (Misteri d’Elx), una representación de la Asunción y Coronación de la Virgen María, aquí, en el interior de esta iglesia. Para comer, el plato más típico de elche es el arroz con costra, compuesto de arroz, embutido como longaniza y butifarra, conejo, garbanzos y tomate, todo ello con huevos batidos por encima que es lo que creará la costra y hecho al horno. Luego sale todo de una pieza, de tal manera que hay que cortarlo en porciones, como si de una quiche o una tortilla se tratara. Un sitio donde probarlo es el Mesón Casa Vella.
Orihuela, el pueblo que vio nacer a Miguel Hernández Gilabert, uno de los poetas españoles más importantes del siglo XX. En este sentido, es obligatorio hacer una visita a la Casa Museo de Miguel Hernández, de acceso gratuito. Miguel Hernández nació en 1910 y vivió en esta casa con su familia desde 1914 cuando tenía 4 años hasta 1934. Murió en 1941, con apenas 31 años, en Alicante. La visita es muy bonita, se recorren sus habitaciones, el pozo y la higuera, a las que dedicó algunos de sus poemas.
Está todo muy bien narrado. Pero te faltó mencionar el teatro Principal y el MUBAG. Hay muchas más cosas. Pero lo mejor de todo es el clima. No hay un sitio donde se esté mejor que en Alicante.a pesar de la humedad.
ResponderEliminarHola Isabel, a nosotros también nos encanta Alicante y, efevticamente, tiene muchas cosas para ver y hacer, simplemente en este artículo hemos puesto las que más nos llamaron la atención. El teatro principal lo conocíamos pero del MUBAG no habíamos oído hablar. Como veraneamos aquí todos los años, en cuanto volvamos el año que viene nos pasaremos a visitarlo.
EliminarUn saludo!
Un saludo también para ti
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarQueremos agradecerles por vuestros consejos, hemos comido en la playa de San Juan en Casa Domingo y ha estado muy muy bien, además de ir a alguno de los sitios que recomiendan y efectivamente no han fallado, gracias por todos vuestros consejos! Los tendremos en cuenta para otros viajes futuros.
Saludos