Artículo actualizado en: 2023-04-17T13:00:24Z

Karlovy Vary

La bonita ciudad balneario de Karlovy Vary se sitúa al oeste de la República Checa, en la región histórica de Bohemia. Tiene una población de unos 50.000 habitantes y se sitúa en la desembocadura del río Teplá en el río Ohře.

Recordad que aunque la República Checa sea miembro de la Unión Europea, acuñan su propia moneda, la corona checa (koruna česká o kč). Siempre es bueno tener algo de efectivo si bien es cierto que en casi todos los sitios se puede pagar con tarjeta y en los puestos callejeros aceptan euros, aunque a un cambio malo lógicamente.

Algo que llama la atención, igual que sucede en otras ciudades balneario, es la cantidad de rusos que hay. A raíz de la caída del muro de Berlín, muchos ciudadanos de la clase alta de la antigua Unión Soviética comenzaron a venir a Karlovy Vary en busca de los balnearios y el resultado años más tarde es que muchos se han asentado aquí más otros tantos que vienen regularmente cada año. Por eso que no os extrañe ver muchos carteles en cirílico y oír ruso prácticamente en cada rincón de la ciudad.

La ciudad se puede visitar en un día perfectamente, sin embargo, nosotros os recomendamos pasar un fin de semana para poder alojaros en algún hotel spa que son muy típicos y poder ver Karlovy Vary y alrededores con más calma.

Un poco de historia de Karlovy Vary

Karlovy Vary, o Karlsbad en alemán, es célebre en todo el continente gracias a sus aguas termales, que han atraído a miles de visitantes desde el siglo XIV, época en la que se conocieron los manantiales de la ciudad. Y es que, según cuenta una leyenda local, fue un ciervo sediento el que, por casualidad, encontró las fuentes de donde manaba el agua a altas temperaturas. Poco después el rey bohemio y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos IV de Luxemburgo, decidió, atraído por las propiedades de este agua, elevar las poblaciones situadas ya en este lugar a la categoría de Ciudad Real, nombrándola además con su propio nombre de pila: Karlovy Vary (literalmente termas o balneario de Carlos). En un principio, las aguas termales fueron utilizadas en balnearios, pero a partir del siglo XVI se hizo también popular su uso como bebida, tras escribirse el primer manuscrito sobre los beneficios curativos de las mismas.

Durante los siglos XVI y XVII la ciudad sufrió graves daños debido a una gran inundación, un incendio y las consecuencias derivadas de la Guerra de los Treinta Años. Todo ello hizo que Karlovy Vary quedara casi totalmente destruida tardó mucho tiempo en poder recuperarse. A partir de principios del siglo XVIII comenzó a fortalecerse el negocio de los spas con la construcción de balnearios y la visita de aristócratas célebres como el zar ruso Pedro el Grande. No obstante, otro incendio asoló Karlovy Vary décadas después y tuvieron que introducirse tarifas por el uso de las aguas termales como ayuda para la reconstrucción de la ciudad.

A mediados del siglo XIX la popularidad de Karlovy Vary creció significativamente a nivel mundial, gracias a las publicaciones difundidas en la época sobre los efectos positivos de sus aguas termales. La creación y expansión de varias líneas de tren fueron también decisivas para el auge de Karlovy Vary. A finales del siglo XIX la ciudad hospedaba a un promedio de 26.000 huéspedes de spas, cifra que llegó a triplicarse en las décadas posteriores. 

En 1910 más del 95% de la población residente en Karlovy Vary era alemana, y el resto ciudadanos checos, por ello, el estallido de la Primera Guerra Mundial marcó un antes y un después para la villa. Al finalizar el conflicto, se originó la república de Checoslovaquia en 1918, a cuyos territorios se unieron los de la Bohemia alemana en 1919. Posteriormente, en 1938, Karlovy Vary fue ocupada por los alemanes y entró a formar parte del tercer Reich. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los spas dejan de funcionar y la ciudad se convierte en un refugio hospitalario. Desgraciadamente, una gran parte de la ciudad y varios trenes hospital fueron bombardeados en 1944 y 1945, quedando totalmente destruidos, y sobreviviendo únicamente el distrito de los balnearios. Tras ser la ciudad capturada por los estadounidenses y entregada al Ejército Rojo, se decretan una serie de acuerdos por los cuales la población germano-bohemia es expropiada y expulsada en 1945. Las instalaciones de los balnearios fueron nacionalizadas en 1946. Con el final del régimen comunista en 1989, los balnearios y spas se orientaron de nuevo a atraer a un público internacional.

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Imagen del casco antiguo de Karlovy Vary 

¿Cómo llegar a Karlovy Vary desde Praga?

Karlovy Vary cuenta con una estación de tren y una de autobuses, situadas ambas a muy poca distancia del centro. Así, podremos llegar en cualquiera de estos transportes públicos desde otras ciudades cercanas, como Praga, Dresde o Núremberg. En el caso de Praga, lo más recomendable es viajar en autobús, ya que llegaremos en tan solo dos horas y cuarto; el trayecto lo cubren compañías como Student Agency o Flixbus. Si viajáis a Karlovy Vary partiendo desde Alemania lo mejor es que viajéis en tren, buscando directamente en la página de la Deutsche Bahn.

Cuidado porque hay dos estaciones de trenes, una al norte del río Ohře (Horní Nádraží) y otra al sur (Karlovy Vary, Terminál) aunque muy cerca una de otra. Nuestro tren llegó a la estación superior (Horní Nádraží) que se encuentra a una media hora andando del centro, si bien las conexiones peatonales de entrada a la misma son un poco rebuscadas. Si también es vuestro caso, una vez hayáis salido del edificio de la estación por su puerta principal, os encontraréis de frente con una superficie arbolada que desciende hasta la cuenca del río Ohře, y que debéis atravesar siguiendo unas escaleras y varios caminos peatonales. En cuanto diviséis el río, basta con cruzar uno de sus puentes y ya estaréis junto al centro de la ciudad.

En cuanto a la estación de autobuses (Karlovy Vary, Tržnice), por suerte esta se sitúa bastante céntrica, junto a la calle Varšavsk, siguiendo la cual llegaremos enseguida al río Teplá.

¿Qué ver en Karlovy Vary?

La espina dorsal de Karlovy Vary está marcada por el cauce del río Teplá. A ambos lados del mismo se distribuye el distrito de los balnearios, cuyos hermosos y muy cuidados edificios con alegres fachadas de colores pastel son los protagonistas indiscutibles de cualquier postal de Karlovy Vary.

Por otro lado, al oeste del río se encuentran las áreas más modernas, donde los locales suelen moverse, y que se desarrollan alrededor de la calle Masaryka, que cruza este sector y desde el río Teplá hasta el río Ohře.

Comenzaremos visitando el casco antiguo o ciudad balneario. Los monumentos más importantes aquí son sin duda las denominadas columnatas o instalaciones del balneario, que suelen ser unos pabellones de una sola planta, abierta y con columnas en la fachada, que pueden albergar eventos, y en los que se sitúan las fuentes que emanan las aguas termales. Todas datan de la segunda mitad del siglo XIX o de la primera del siglo XX y están fantásticamente conservadas. La temperatura del agua que sale de estas fuentes suele rondar los 60 grados.

La tradición más clásica de Karlovy Vary consiste en comprar un vaso de porcelana de forma plana y con un pitorro en el asa y visitar cada una de estas fuentes de las columnatas probando el agua que sale constantemente de ellas y que procede de los mundialmente conocidos manantiales. Hay gente que incluso llena botellas enteras de agua para poder beberla a lo largo del día ya que, como hemos mencionado, supuestamente tiene numerosos beneficios para la salud. Los vasos tradicionales de porcelana se venden en cualquier puesto o tienda de souvenirs que encontraréis a lo largo de ambas orillas del río Teplá, y los hay de numerosos colores y formas. Otro recuerdo típico de aquí es afamada cristalería Moser, también veréis muchas figuritas por todos los puestos de souvenirs. De hecho, para el que esté interesado en el tema, también se puede visitar el Museo Moser, aunque se encuentra a las afueras de la ciudad. El horario es de lunes a sábado de 9 a 16.

En Karlovy Vary existen seis columnatas: la columnata del parque (park colonnade), la columnata de la libertad (freedom spring colonnade), la columnata del molino (mill colonnade), la columnata del mercado (market colonnade), la columnata del castillo (castle colonnade) y la columnata de las aguas termales (hot spring colonnade). Todas se sitúan en el centro, a pocos minutos andando las unas de las otras. Realizaremos nuestro recorrido por las mismas de norte a sur, siguiendo el cauce del Teplá y partiendo del parque Dvořákovy sady, frente al Spa Hotel Thermal. En el recinto de este edificio, el cual reconoceréis enseguida por su gran torre gris bastante fea que destaca sobre el resto de edificios, se celebran numerosos eventos tales como conciertos, mercados e incluso el famoso Karlovy Vary Film Festival. Bueno, vamos con las columnatas:

1 - Columnata del parque (Sadová kolonáda): Se encuentra en la esquina sur del ya mencionado parque Dvořákovy sady, cuyo nombre, por cierto, está dedicado al célebre compositor checo Antonín Dvořák y cuya estatua preside el parque. La columnata consiste en un pabellón longitudinal de hierro pintado en blanco y ricamente decorado, con una elegante estructura de arcos y columnas, que desemboca en dos cuerpos hexagonales a ambos lados, que a su vez albergan las fuentes de aguas termales. Fue construida en 1881 y originalmente formaba parte de una galería de dos brazos y un pabellón mayor anexo, sin embargo la mayor parte del complejo fue demolida en 1965 debido a su deterioro, quedando únicamente la parte que prevalece hoy en día.

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Columnata del parque

2 - Columnata de la libertad (Altán pramene Svoboda): Una vez salimos del parque Dvořákovy sady, continuando nuestro recorrido en dirección sur por la orilla del río Teplá nos toparemos muy pronto a mano derecha con esta pequeña columnata. Se trata de una pérgola octogonal con columnas de madera situada en un ensanchamiento del paseo y que cubre una fuente. Se construyó en 1865. Aunque no está indicado por ningún sitio, a la izquierda de esta columnata nacen unas escaleras que nos llevan a un pequeño mirador con unas vistas tremendas de esta zona central.

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Vistas de la calle Mlýnské nábř. desde el mirador

3 - Columnata del molino (Mlýnská kolonáda): Justo al lado de la columnata anterior se alza la columnata del molino, un edificio de estilo neorrenacentista construido en piedra entre 1871 y 1881. Es la columnata más grande de Karlovy Vary. Destaca indudablemente su estructura formada por múltiples columnas corintias, que cubre un total de cinco manantiales. En el tejado se sitúa una extensa terraza mirador rodeado por una balaustrada y 12 estatuas de piedra arenisca que representan los meses del año. En este mismo emplazamiento se erigió a finales del siglo XIX el primer edificio de este tipo de la ciudad, que daba a los visitantes de Karlovy Vary la oportunidad de disfrutar de los manantiales incluso con mal tiempo. En un principio, esta estructura era de madera aunque fue reemplazada posteriormente por el edificio que vemos hoy en día.

4 - Columnata del mercado (Tržní Kolonáda): Una vez hemos pasado el ensanchamiento del paseo que precede a la columnata del molino, el camino junto al río desemboca en la calle Lázeňská. Si la seguimos un poco, no tardaremos en llegar a una plaza donde nos toparemos con la siguiente columnata, probablemente la más fotografiada de la ciudad: la columnata del mercado. Se dice que fue con las aguas del manantial que se encuentra bajo este pabellón con las que se curó de sus enfermedades en las extremidades el emperador Carlos IV, fundador de la ciudad. También se situaba en este lugar el balneario más antiguo de Karlovy Vary. La columnata de madera exquisitamente decorada se construyó aquí entre 1882 y 1883, debajo de la torre del castillo y donde se situaba tradicionalmente el mercado de la ciudad. A principios de 1990, el edificio se reconstruyó por completo. En el interior del mismo brotan tres manantiales.

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Columnata del mercado

5 - Columnata del castillo (Zámecká kolonáda): Justo detrás de la columnata del mercado, y accesible mediante unas monumentales escaleras situadas junto a la misma, se encuentra la columnata del castillo. En este lugar se construyó un primer pabellón sobre el manantial en 1797. En 1910 se reemplazó por una columnata estilo Art Nouveau que consistía en un complejo de varios edificios conectados entre sí y con la columnata del mercado. No obstante, en los años 2000 el edificio tenía un aspecto muy deteriorado. Fue reconstruido y convertido entonces en un spa privado. Hoy en día, solo un pequeño pabellón de planta circular situado en la parte alta del complejo y accesible mediante otras escaleras está abierto al público, y alberga una fuente del manantial. Al lado de las escaleras que suben a esta columnata habréis visto sin duda la Columna de la Santísima Trinidad, una columna barroca erigida en 1716 como símbolo de gratitud por haberse librado de un brote de peste en 1713 y que embellece aún más si cabe la plaza.

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Columna de la Santísima Trinidad y escaleras que llevan a la columnata del castillo

6 - Columnata de las aguas termales (Vřídelní kolonáda), también llamado pabellón de las fuentes termales: La última columnata que queda por visitar es la más moderna, ya que el edificio en cuestión, construido en hormigón armado, data de 1975. Se encuentra justo enfrente de la columnata del mercado, pegado al cauce del río, y es un edificio enorme con planta en forma de L. Alberga el manantial más célebre de Karlovy Vary, ya que sale al exterior mediante un géiser que expulsa el agua termal a una altura de hasta 12 metros. Esta fuente, conocida como fuente de Vřídlo, se sitúa en el interior del edificio, bajo una cúpula de prismas de vidrio. Anteriormente han existido en este emplazamiento otras columnatas que han ido sustituyéndose a lo largo de los siglos XIX y XX. El primero edificio se construyó en 1826. Tras su demolición, se erigió en su lugar una nueva columnata de hierro fundido de estilo neorrenacentista, en 1879. No obstante, el deterioro de esta segunda construcción hizo que tuviera que ser desmantelada en 1939 y y reemplazada por una estructura provisional de madera durante casi 30 anos. Posteriormente se construyó el edificio que vemos hoy en día. El edificio está abierto todos los días de 6:30 a 19:00, y es de entrada gratuita.

Una vez hemos saboreado las aguas de los distintos manantiales de Karlovy Vary en nuestra ruta por las columnatas, nos disponemos a descubrir los otros encantos que el distrito de los balnearios nos ofrece.

Después de salir del edificio de la Columnata de las aguas termales (Vřídelní kolonáda) continuaremos siguiendo el cauce del río Teplá en dirección sur. Pero antes haremos una pequeña parada en la iglesia de María Magdalena (Kostel Maří Magdalény), cuyas dos torres simétricas de la fachada divisaréis justo enfrente de la columnata. Se trata de una construcción barroca que data de la primera mitad del siglo XVIII y fue declarada patrimonio nacional. Se puede acceder gratis a su interior.

Volviendo a las orillas del río, podemos aprovechar y sacar una bonita fondo desde el puente Teplá. Un poco más adelante aparece, a mano izquierda, la figura majestuosa del Teatro de la Ciudad (Karlovarské městské divadlo), que se construyó a finales del siglo XIX. Su interior está decorado con pinturas de Gustav Klimt.

Desde este mismo punto ya podremos divisar al final de la calle y de este tramo del río Tepla uno de los monumentos más famosos y fotografiados de Karlovy Vary. Hablamos del Gran Hotel Pupp, un magnífico edificio de estilo neobarroco, construido a principios del siglo XX. Durante el régimen comunista (de 1945 a 1989) el hotel se nacionalizó y se rebautizó como Gran Hotel Moskva. A partir de 1989 se privatizó de nuevo y se restauró por completo, recibiendo otra vez su nombre original. Entre sus huéspedes más célebres destaca el compositor Ludwig van Beethoven. Ha sido utilizado como lugar de rodaje de varias películas, destacando la cinta de James Bond Casino Royal tal y como podéis ver en este vídeo.

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El Gran Hotel Pupp al fondo

Tras haber visitado y paseado ambas orillas del río Teplá y el precioso distrito de los balnearios, nos disponemos a conocer el centro de Karlovy Vary y sus barrios más nuevos que son, realmente, los más transitados por los locales.

La zona moderna del centro de la ciudad se desarrolla principalmente a lo largo de la calle Masaryka y en las calles adyacentes. Esta enorme y ancha vía peatonal nace en un puente sobre el río Teplá, al norte del mencionado Spa Hotel Thermal y se extiende a lo largo de unos 600 metros hasta terminar junto a la entrada de uno de los dos puentes principales sobre el río Ohře. Aquí podréis encontrar diversas tiendas, restaurantes y cafeterías. En uno de los extremos de la calle, junto al río Ohře, se sitúa el Museo Becherovka, dedicado a la bebida más célebre de la ciudad, el licor Becherovka, que se fabrica en esta ciudad desde 1807. Seguro que veréis su característica botella verde en muchos lugares de Karlovy Vary durante vuestra visita, y merece la pena probarlo aunque sea una vez. Tiene un sabor un poco amargo, así que en algunos sitios lo rebajan con un poco de miel o limón. Si lo deseas, puedes visitar también su museo y fábrica situado, como decimos, en la calle Masaryka. Hay tours en inglés, checo, ruso y alemán, con degustación del licor incluida, que duran unos 45 minutos. Puedes ver los precios y horarios del museo, así como comprar las entradas con antelación en su página web.

Por último, nos queda dar un paseo por la calle más exclusiva de Karlovy Vary: Krále Jiřího. Discurre paralela a la Calle Masaryka y en ella podréis admirar grandes palacetes o villas de preciosa decoración y muy bien conservados. Merece la pena llegar hasta el extremo sur de la misma para visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo (Chrám sv. apoštolů Petra a Pavla), un templo ruso ortodoxo bizantino construido a finales del siglo XIX gracias a las donaciones de clientes y aristócratas serbios y rusos. El impresionante edificio está coronado por cinco cúpulas doradas que contrastan con el llamativo color azul de las fachadas. La iglesia se puede visitar todos los días de 9:00 a 18:00 y la entrada es gratuita. Bordeando la iglesia, en uno de los extremos de una gran zona verde, se alza una estatua de Karl Marx (Socha Karla Marxe), erigida en 1988 para recordar el paso del filósofo alemán por la ciudad en 1874, 1875 y 1876.

¿Dónde comer en Karlovy Vary?

En nuestra visita a Karlovy Vary probamos varios restaurantes, tanto de comida tradicional checa como de otros tipos, y los que más nos gustaron fueron los siguientes:
  • Velkopopovická Pivnice Orion: Aunque está un poco alejado del centro y hay que recorrer una pequeña cuesta junto a la iglesia de María Magdalena para llegar hasta allí, es sin lugar a dudas un restaurante que merece la pena. Allí podréis saborear comida típica bohemia de buena calidad, con especialidades de carne, y a un buen precio. Además el personal es muy amable. Aquí aprovechamos nosotros para tomar las cervezas nacionales (Pilsner Urquell, Kozel) y probar unos chupitos de Becherovka.
  • Ristorante pizzeria Palermo: Está en el barrio moderno, a unos 15 minutos andando de la calle Masaryka. Las pizzas son deliciosas, aunque tiene una pequeña pega: la carta está solo en checo. No obstante, el personal habla bien inglés.
Por otro lado, no os podéis ir sin probar las obleas (oplatky), un dulce típico de aquí que veremos en diversos puestos repartidos por toda la ciudad. Se venden en cajas para llevar o individualmente y recién calentadas (15 kč por unidad). Nosotros fuimos probando varias a lo largo del viaje, y nos llevamos tres o cuatro cajas al final de los sabores que más nos gustaron, hay de todo: chocolate, vainilla, limón, manzana y canela, avellanas, tiramisú, etc. El mejor sitio para comprarlas individuales es el puesto que está frente a la columnata del mercado ya que tienen todos los sabores disponibles para probar mientras que en otros puestos tan solo abren un par de paquetes y solo puedes probar esos. Sin embargo, para comprar las cajas fuimos a un mini market que está subiendo la calle que deja a mano derecha a la columnata del castillo, ya que ahí las vendían a 35 kč la caja en vez de a 50 kč que es el precio que encontramos en todos los puestos del centro.

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Puesto de obleas frente a la columnata del mercado


Más alternativas

Si deseáis obtener una vista de Karlovy Vary desde las alturas podéis tenéis dos posibilidades: el mirador de la Torre de Diana o el mirador del Salto del Ciervo.
  • Torre de Diana (Rozhledna Diana): Se encuentra al sur de la ciudad y desde lo alto podremos ver también los paisajes montañosos de las inmediaciones. Se puede llegar hasta allí a pie, por un sendero de una hora aproximadamente, o mediante un funicular. Ambas opciones parten de la estación del funicular, situada justo al lado del Gran Hotel Pupp, siguiendo una estrecha calle lateral (Mariánská). Si subís en funicular, los horarios son de 9:00 a 17:00 en invierno, de 9:00-18:00 en abril, mayo y octubre y hasta las 19:00 en verano. El vehículo parte cada 15 minutos, tanto para subir como para bajar. Al solo haber un funicular, se forman bastantes colas por lo que recomendamos venir pronto. Encontraréis la lista de precios actualizada en este link. Una vez habéis llegado a la parte alta de la montaña, hallaréis allí una zona recreativa con un restaurante, un mini zoo, un mariposario (de pago, 90 kč) y la Torre de Diana (gratis), una construcción de cinco plantas de altura con ascensor y en cuya cima obtendréis la vista de Karlovy Vary y el paisaje que la rodea.
  • Salto del Ciervo (Jelení skok): En este mirador destaca la estatua de un ciervo que otea la ciudad. Se erigió en conmemoración a la leyenda anteriormente mencionada sobre el descubrimiento de los manantiales de Karlovy Vary. El mirador se sitúa en la ladera de la montaña que se eleva a espaldas de la Columnata del mercado. En toda esta explanada verde hay una red de caminos peatonales que merece la pena recorrer si se tiene tiempo ya que hay diversos puntos desde donde tendremos varias perspectivas del centro de la ciudad.
Si tenéis tiempo suficiente en Karlovy Vary también podéis aprovechar a hacer una excursión al coqueto pueblo de Loket y su famoso castillo, que se encuentra a tan solo media hora en autobús desde la estación de autobuses (Tržnice). El autobús es el número 23 en dirección Loket y solo circula los fines de semana entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre: sábados a las 11:00, 14:00, 17:00 y 21:00 y los domingos a las 11:00, 14:00, 17:00. Las vueltas son los mismos horarios pero media hora más tarde, es decir, salen de Loket en dirección Karlovy Vary Tržnice los sábados a las 11:30, 14:30, 17:30 y 21:30 y los domingos a las 11:30, 14:30, 17:30. No obstante, mejor asegurar los horarios en la oficina de información turística de la calle Lázeňská 14. Para ver más información, no os perdáis nuestro artículo sobre Loket.

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