Valencia es la capital de la Comunidad
Valenciana y una de las ciudades más importantes de España con casi 800.000 habitantes.
El centro de la ciudad no es excesivamente grande en cuanto a superficie, por
lo que se puede recorrer paseando, a excepción de un par de sitios a los que, si no se
quiere caminar mucho, se puede ir en transporte público. Si por algo se conoce
Valencia en el mundo es por sus fiestas locales, las Fallas, de las que
hablaremos al final del artículo. El patrón de la Comunidad Valenciana es San
Vicente Ferrer, que seguro escucharéis en algún momento de vuestra visita.
Muchos de los trenes que llegan a
Valencia, lo hacen a la estación de Joaquín Sorolla, la más nueva y que se encuentra un poco más
alejada del centro. A ella suelen llegar los trenes de media y larga distancia. Existe un bus amarillo que se puede coger allí de
forma gratuita y que te lleva a la otra estación de trenes, la Estació del
Nord (Estación del Norte), que está más céntrica. En la estación de Joaquín
Sorolla hay una oficina de turismo en la que podremos coger un mapa de la
ciudad.
¿Qué ver en Valencia?
El tour por Valencia puede partir de
varios lugares ya que lo más bonito de la ciudad es el centro que queda
delimitado por el cauce del Río Turia. Ojo, se trata del cauce antiguo, ya que ya que tras una fuerte riada a mediados del siglo XX se desvió el curso del río, y el antiguo cauce se transformó en un enorme espacio público que alberga diversos parques, espacios verdes, deportivos, etc.
Dependiendo de dónde te alojes, puedes empezar
a ver la ciudad por un sitio o por otro. Se puede partir de la estación de
metro de Xàtiva, parada en la cual se halla la Estació del Nord que antes
mencionábamos. Merece la pena verla, pues fue la primera estación de
ferrocarriles de Valencia construida en 1917. Destaca la decoración colorida de su fachada, donde la protagonista es la famosa naranja valenciana, uno de los símbolos de la ciudad.
Estació del Nord y Plaza de Toros a continuación
A su vera se encuentra la gran Plaza de
Toros de Valencia, una de las más grandes de España y que data de 1859. Frente
a ella, podéis comer los famosos bocadillos de calamares del bar Los Toneles.
Si seguimos por la Avenida del Marqués de
Sotelo llegaremos a la Plaza del Ayuntamiento, centro neurálgico de la ciudad, y en la que se encuentra la Casa Consistorial, edificio barroco del
ayuntamiento. Aunque no es lo habitual, este Ayuntamiento se puede visitar gratuitamente por dentro, ver el hall principal, la escalera e incluso salir al balcón y ver la plaza desde ahí.
Fachada principal del Ayuntamiento de Valencia
Continuamos por la misma calle para
llegar a otra zona con varios atractivos turísticos. En primer lugar veremos el
Mercat Central, mercado inaugurado en 1928 en estilo modernista en el que podremos
encontrar múltiples puestos de frutas, pescados y productos varios de la zona.
En esa misma zona, fuera del propio mercado, hay un pequeño restaurante llamado
también El Mercat, en cuyo escaparate se pueden ver dos grandes paellas, una de paella valenciana y otra de marisco. Nos lo recomendaron y la verdad es que se come bien, a pesar de estar hasta arriba de turistas. Como siempre hay dudas sobre este tema, la auténtica paella valenciana lleva pollo, conejo, judías verdes, alcachofa, tomate y garrofó (alubia grande blanca).
Frente al Mercat Central encontramos la Lonja de
la Seda, edificio gótico Patrimonio de la Humanidad. Se construyó en pleno
Siglo de Oro valenciano, época en la que el Reino de Valencia tenía gran
prestigio económico y cultural, tanto dentro de la Corona de Aragón, como en
toda Europa. Fruto de ese poder económico y comercial, se construyó este
edificio. Como curiosidad, en la fachada principal
de la Lonja, junto al marco de una de sus ventanas, hay una pequeña escultura de un niño a lo "Caganer". Merece la pena entrar y ver las múltiples salas que hay en su interior, sobre todo la sala de las columnas. El precio de la entrada es de 2€, 1€ reducida y gratis los domingos y festivos.
Edificio de la Lonja de la Seda
Parte de ese esplendor que comentamos se
aprecia perfectamente en el Palacio del Marqués de Dos Aguas, también del siglo
XV y cuya fachada no puedes dejar de ver. Hoy en día comprende el museo
Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias “González Martí” y se puede
visitar.
Ahora toca desviarnos un poco para ver la
Catedral de Valencia (La Seu de València), construida en el siglo XIII en honor a Jaime I de Aragón,
conquistador del Reino de Valencia. En su interior encontraremos muchos estilos arquitectónicos ya que se ha reformado en varias ocasiones, la nave principal es gótica pero en otras partes aparecen elementos románico y barroco. Mención espeical merece la Capilla del Santo Cáliz, donde se puede ver el que se dice que es el Santo Grial, es decir, la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena. El acceso tiene un costo de 9€. Disponen de audio guías con mucha más información acerca de la misma.
Catedral de Valencia y Micalet vistos desde la Plaça de la Reina
En la fachada principal de la Catedral, a la derecha se entra en ella, y por la izquierda se sube a la Torre del
Micalet (Torre del Miguelete), de unos 60 metros de altura. En la parte más
alta hay una terraza a la que se puede subir por solo 2,5€ (1,5€ reducida), por unas estrechas y considerablemente altas escaleras de caracol. Las vistas de 360° desde lo más alto están bien porque se ve todo Valencia, aunque tampoco son espectaculares. En cualquier caso, el Micalet en sí es uno de los iconos de la ciudad.
Desde la alto de la torre habremos visto nuestra siguiente parada, La Plaza de la Virgen. Esta es una de las plazas más
populares de la ciudad, cuyo nombre real es la Plaça de la Mare de Déu, en
valenciano. En el medio de la misma se erige la Font del Túria, dedicada al río de Valencia que tantas riadas y desbordamientos ha causado a lo largo de la historia. Se realizó en bronce en 1976 y la escultura central es dios Neptuno. El edificio más importante de la plaza es la Basílica de la Mare de Déu dels Desemparats, del año 1666 y a la que se puede acceder gratuitamente. Los frescos del techo son sencillamente espectaculares.
Terminando esta ruta sur-norte del centro
de Valencia, se pueden ver dos grupos de torres que formaron parte de la
muralla de la ciudad. Las primeras son las Torres dels Serrans (Torres de Serranos), construidas en el siglo XIV. Por otro lado, al oeste de la
ciudad, se encuentran las Torres de Quart. En estas torres, las cuales datan del siglo XV, se pueden
ver aún los agujeros causados por cañonazos en su parte frontal durante la
Guerra de la Independencia del ejército francés. Para llegar hasta ellas, basta con seguir la calle de Quart (Carrer de Cavallers al principio y
luego Carrer de Quart) desde la Plaza de la Virgen.
¿Qué ver fuera del centro de Valencia?
De camino a la Ciudad de las Artes y las
Ciencias, vamos a ver otros atractivos turísticos de la ciudad.
En primer lugar, vamos a partir de la plaza de Colón, a la que se puede llegar a partir de la calle de mismo nombre desde la Plaza de Toros. Allí encontraremos el Mercat de Colon, similar al Mercat Central, aunque este alberga restaurantes, cafeterías, etc.
En primer lugar, vamos a partir de la plaza de Colón, a la que se puede llegar a partir de la calle de mismo nombre desde la Plaza de Toros. Allí encontraremos el Mercat de Colon, similar al Mercat Central, aunque este alberga restaurantes, cafeterías, etc.
De ahí, caminaremos hacia el antiguo cauce del río para
ver el Puente de las Flores, y recorrer el paseo del río en dirección sudeste, por los jardines y
zonas verdes del propio cauce. A nuestro paso veremos el Palau de la Música y
el Parque Gulliver, un curioso parque infantil en el que el personaje gigante
Gulliver –del cuento Los Viajes de Gulliver– yace tendido en el suelo y cuyo
cuerpo ha sido transformado en múltiples toboganes.
Finalmente, llegamos a la Ciudad
de las Artes y las Ciencias (Ciutat de les Arts i les Ciències). Este moderno conjunto de edificios es hoy en día
todo un símbolo de Valencia. Se inauguró en 1998 con la construcción de L'Hemisfèric,
cuyo ‘ojo’ alberga varias salas de cine IMAX. Desde entonces, se han construido
El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe en el 2000; L'Oceanogràfic (2002), el
acuario más grande de Europa; El Palau de les Arts Reina Sofia (2005), sede de la
Ópera de Valencia; y El Ágora (2009), un edificio dedicado a eventos musicales
y deportivos.
Ciudad de las Artes y las Ciencias con L'Hemisfèric y El Ágora de fondo
Entre estos edificios se encuentran también el puente Assut de l'Or, más conocido como El Jamonero, y el jardín L'Umbracle.
Todo esta ciudad es obra del famoso
arquitecto-ingeniero valenciano Santiago Calatrava y, como no podía ser de otra
manera, miles de controversias rodean la construcción de la obra.
Primeramente, el proyecto acabó (aunque hoy en día sigue con temas pendientes)
con un sobrecoste de casi 1000 millones de euros, ¡una auténtica locura! Entre
tanto, la cubierta del Palau de les Arts ha estado cerca de desprenderse, más
tarde se inundó, mientras que el Ágora ha seguido sus pasos con múltiples
goteras y diversos problemas en la cubierta. Por ello, Ágora sigue aún en obras
y está sin terminar y la Generalitat Valenciana denunció a Calatrava.
Si tenéis la oportunidad, visitadla tanto
de día como de noche, pues iluminado y con el reflejo del agua toma un aspecto
sin igual.
Ciudad de las Artes y las Ciencias de noche con el puente Assut de l'Or de fondo
Más alternativas en Valencia
Las Playas. Valencia es sinónimo de buen tiempo, playas y de chiringuitos y restaurantes junto al mar. En este sentido destacan dos playas, una a continuación de la otra. La primera es la Playa de la Patacona, donde los restaurantes son mejores; justo después nace la Malvarrosa, mucho más conocida porque la playa en sí es mejor. Una de las discotecas de moda es “Akuarela Playa”, situada frente a esta playa.
A medida que seguimos en dirección sur por la playa de la Malvarrosa vamos entrando en un ambiente más de guiris, más festivo. Al final del todo se halla el Marina Beach, un restaurante que por las tardes noches se convierte en una macro discoteca al aire libre. Esta es la más grande, pero por esta zona hay un montón más, siempre con música y repletas de despedidas de soltero. Por aquí es buen sitio para probar el "agua de valencia", una bebida alcohólica típica de aquí compuesta de zumo de naranja, cava, vodka, ginebra, azúcar y hielo; normalmente se sirve en jarras y de ahí se va sirviendo todo el mundo.
Para salir de fiesta y tomar algo en el centro, el
barrio a buscar es Ruzafa, el cual se encuentra junto a la Estació del Nord. El
barrio consta de muchos bares, restaurantes y pubs, así que es recomendable dar
una vuelta por la zona.
Mestalla. Si somos un poquito futboleros,
nos gustará visitar Mestalla, el campo del Valencia. Objetivamente es bastante
bonito y se encuentra junto al cauce del río, cerca del Puente de las Flores.
Eso sí, no esperes verlo hasta que lo tengas delante ya que se encuentra oculto
entre varios altos edificios. Sin embargo, desde el Micalet se vislumbra el
gran murciélago naranja que decora la parte más alta del estadio.
Excursión al Parque Natural de la
Albufera y comer una buena paella en El Palmar –aunque rascándonos un poco el
bolsillo–.
Bioparc. Si tenéis muchos días para
visitar Valencia, podéis dar una vuelta por el zoo de la ciudad: el Bioparc –nosotros no tuvimos tiempo–.
¿Dónde comer en Valencia?
A continuación os enumeramos una serie de restaurantes recomendados por amigos valencianos. No faltan sitios de paellas y arroz del Senyoret –el que lleva marisco ya pelado–. Como veréis, los hay para todos los gustos:
- La Principal. Comida valenciana, también paella. Quizás un poco caro pero merece la pena.
- Voltereta, Bienvenido a Casa. Comida internacional. Este está de moda ahora, se cena muy bien pero hay que reservar.
- Saona Ciscar. Comida internacional. Parecido al anterior, si no hay sitio en ese, este es buena opción.
- San Tommaso. El mejor italiano para muchos, auténtico. Hay que reservar con antelación.
- Tinto Fino Ultramarino. Vinos y comida española.
- Mil Grullas. Comida asiática.
- Ostrabar Valencia. Uno de ostras.
- Sandwip. Un sitio de comida latinoamericana espectacular.
- Bar Mistela, un poco a las afueras, pero muy recomendable.
Para comer una paella en la playa, el sitio número uno es Casa Carmela, eso sí, el precio es muy alto, casi tanto como su lista de reservas. Otro sitio rico más asequible para todos los bolsillos es La Chipirona Playa, las paellas y los entrantes riquísimos.
Paella valenciana
Por supuesto, tampoco os podéis ir de Valencia sin probar la auténtica orxata valenciana con fartons, los dulces típicos de la provincia. Los encontraréis en los mercados (Mercat Central, Mercat de Colon), en las cafeterías y pastelerías y en varios puestos callejeros. También podéis ir a orxaterias como la Horchatería Santa Catalina o la Horchatería Daniel, en la Plaza de la Reina.
Las Fallas
Mundialmente conocidas, las fallas son las fiestas locales de
Valencia y no solo se celebran ahí, sino también en muchos otros pueblos de la
Comunidad Valenciana. Esta fiesta atrae a miles de personas, tanto españolas como de otros países, hasta el punto de alcanzar más de un millón de visitantes cada año en la semana fallera.
Lo peor que vivimos fueron los continuos
petardos que te vas encontrando cada 2 pasos –cuidado, los tiran tanto los niños
como mayores, especialmente estos últimos–. Había que andar ojo avizor, no vaya a ser que te explotara uno en los pies. Por lo demás, es una fiesta que hay que
ver al menos una vez en la vida. En cada rotonda se eleva una enorme falla: un monumento artístico fabricado con porespán, cartón, madera… por artesanos denominados "artistas falleros" durante todo el año, con el objetivo de ser quemados durante las fiestas de las Fallas. Cada falla tiene un tema, y son elogiadas con numerosos premios por categorías. Hay de varios tamaños, las grandes y luego las infantiles, que son más pequeñas. Cada figura de la falla se llama
Ninot.
La mayor parte de los turistas llegan
para la penúltima noche, la Nit del Foc 🔥(noche del fuego) en la cual un
castillo de fuegos artificiales llena el cielo de madrugada. Después, todo el
mundo se va a bailar y tomar algo a las múltiples verbenas que hay por la
ciudad.
La Nit del Foc precede a la Nit de la
Cremà, que es la noche en la que se queman todas las fallas. Desde las 22:00
hasta la 01:00 se queman por orden las fallas, desde las más pequeñas, al
principio, hasta la Falla de la Plaza del Ayuntamiento, a la 01:00.
Durante el día, el espectáculo lo pone la
Mascletà, una exhibición de petardos en un recinto vallado frente al
Ayuntamiento de unos 10-15 minutos. Por
las noches (o por las mañanas, según se mire), se produce la llamada Despertà,
una nueva función de petardos acompañados de bandas de música que tiene lugar a
las 8 de la mañana…vamos, que como te pille justo enfrente de casa te va a tocar
madrugar.
La Nit de la Cremà es la última noche de la semana de Fallas, y al día siguiente vuelve a reinar la tranquilidad en la ciudad.
La Nit de la Cremà es la última noche de la semana de Fallas, y al día siguiente vuelve a reinar la tranquilidad en la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario