Artículo actualizado en: 2022-06-05T18:23:57Z

Córdoba

Córdoba es una ciudad situada en Andalucía que consta de cerca de 330.000 habitantes. Os recomendamos visitarla en cualquier época menos en pleno verano, pues la ciudad es una de las más calurosas del país y se ha ganado a pulso el apodo de la sartén de España🍳.

Cuenta con una larga historia a sus espaldas, ya que múltiples pueblos habitaron esta bonita ciudad. Las huellas de su pasado se aprecian perfectamente en la Córdoba que conocemos hoy.

Hasta el 711, formó parte del Imperio Romano en primer lugar y de pueblos visigodos posteriormente. Durante ese año, comenzó la invasión árabe de la ciudad, dando lugar a la época musulmana en la que se formó Al-Ándalus, territorio ibérico musulmán que formó parte del llamado Califato Omeya, una provincia del norte de África. Más tarde pasó a ser el emirato independiente de Córdoba (en el año 756) liderado por el emir Abderramán I. A partir de 929 fue el Califato de Córdoba bajo el mando de Abderramán III. Durante este periodo, se alcanza un gran desarrollo cultural y comercial en Córdoba. En 1031 se produce su disolución en los conocidos reinos de Taifas. En el siglo XIII, Córdoba fue tomada por el reino de Castilla. 

Esta historia demuestra la importante influencia musulmana en Córdoba, algo presente en toda la ciudad.

Aparcar en Córdoba

Si llegas en coche, un consejo es aparcar al otro lado del puente romano, antes de cruzar el río Guadalquivir, en el barrio de Distrito Sur. Ahí hay muchas zonas de aparcamiento, casi todas ellas gratis, aunque en alguna te puedes encontrar parkings clásicos “gorrillas” como por ejemplo el Aparcamiento libre que hay junto al Parque de Miraflores.

¿Qué ver en Córdoba?

CASCO ANTIGUO

El recorrido por Córdoba podría empezar por el puente romano, que cruza el río Guadalquivir. ¡Fue construido hace más de 20 siglos! Antes de cruzarlo, podremos disfrutar de una preciosa imagen del puente y la ciudad, con la Mezquita al fondo.

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El puente romano iluminado de noche

Sobre él, nos encontramos con el primer museo, concretamente en la Torre de la Calahorra, una fortaleza de la época musulmana. Se trata del Museo Vivo de Al-Ándalus, que nos aproxima a la historia y cultura de la ciudad, y a las relaciones entre sus habitantes. De los varias atracciones de la ciudad no es de las más interesantes, aunque sí tiene un bonito mirador desde su última planta con vistas al puente y a la Mezquita de fondo. El precio es de 4,5€ (3€ para estudiantes).

Al otro lado del puente, a mano derecha, hay una oficina de turismo en la que conseguir un plano e información sobre horarios y precios de los museos.

Nada más cruzar vamos a girar primeramente a la izquierda para ver el Alcázar de los Reyes Cristianos. Se trata de una fortaleza construida en 1328 por el rey Alfonso XI que fue residencia de los Reyes Católicos en sus visitas a Córdoba. Para que nadie vaya con altas expectativas, lo primero es ser conscientes de que no tiene nada que ver con el Alcázar de Segovia. De lo que fue el edificio original, actualmente no queda mucho en pie. El interior apenas consta de un reducido museo con mosaicos y algunos restos arqueológicos si bien lo que más destaca del Alcázar son sus preciosos jardines. Por tanto, la visita puede llevar lo que cada uno quiera dedicar a pasear por los jardines, lo normal suele ser una hora o un poco más. El Alcázar queda también englobado en el casco antiguo de Córdoba, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994. El horario de verano (15 junio - 15 septiembre) es de martes a domingo de 8:30 a 14:40; el horario de verano es de martes a viernes de 8:15 a 20:00; sábados de 8:30 a 18:00; y domingos y festivos de 8:15 a 14:45; lunes cerrado. La entrada se puede comprar en el momento, el precio es de 5€, estudiantes a mitad de precio. Sin embargo, por tan solo 1€ más, existe una entrada conjunta que incluye la visita a los Baños Califales, que fue la que cogimos nosotros.

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Jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos

Los Baños Califales, también llamados Baños del Alcázar Califal se encuentran muy cerca del Alcázar, en la Plaza Campo Santo de los Mártires. Se trata de unos baños árabes de la época del Califato y que se encuentran más o menos bien conservados. Es una visita rápida porque no es muy grande pero es interesante ya que te cuentan en paneles el funcionamiento de este tipo de lugares, las distintas salas y cuáles eran sus funciones. Si no se compra la entrada conjunta con el Alcázar, la individual cuesta 3€.

Ahora sí, nos dirigimos a visitar la Mezquita, el símbolo principal de Córdoba. El conjunto consta de la propia mezquita, el alminar o Torre Campanario y el Patio de los Naranjos. En aquel momento era la segunda mezquita más grande del mundo, únicamente superada por la mezquita de La Meca. Curiosamente, el mihrab, que es el lugar de rezo de las mezquitas y más concretamente la quibla que es el muro que marca la dirección, no están orientads en dirección a La Meca (dirección sureste), sino que están mirando hacia el sur, si bien las razones de ello no están del todo claras.

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Mezquita de Córdoba por fuera

Se empezó a construir en 786, bajo el mandato del ya mencionado emir Abderramán I. En los años siguientes, sufriría varias ampliaciones. Esto se aprecia muy bien en su interior ya que veremos las 11 naves originales más el mihrab y el resto fueron añadidas posteriormente. Lo difícil es distinguir la extensión de las naves porque todo su interior es un tanto laberíntico, pero si subís a la torre tal y como describimos más adelante, podréis ver mucho mejor estas naves.

El aspecto más chocante es que la Mezquita, de arquitectura islámica y Patrimonio de la Humanidad desde el año 1984, es actualmente de culto católico. Y esto es debido a que en el siglo XIII, durante la época cristiana, la “Mezquita” pasó a ser la “Catedral”, a manos del rey Fernando III de Castilla. Había casos en que directamente las mezquitas se destruyeron pero esta era tan impresionante que Fernando III el Santo no quiso acabar con ella.

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Interior de la mezquita

Lo triste es que la Mezquita Catedral, de culto católico, fue pública hasta el año 1998; pero a partir de ese año, tras una reforma de la ley hipotecaria, pasó a ser propiedad privada de la Iglesia Católica y la pusieron de pago. No obstante, la Mezquita merece indudablemente una visita, ya que se trata de uno de los monumentos más importantes de la arquitectura islámica. Las entradas se pueden comprar con antelación por internet o simplemente en las máquinas de la propia mezquita, suele haber cola pero tampoco muchísima. En su página web podéis ver los precios y horarios. La visita suele durar 1 hora más o menos.

Otra actividad muy interesante es subir a la torre campanario o alminar. El precio es mucho más asequible y no os llevará mucho tiempo. Además, la recompensa merece la pena: unas vistas tremendas de 360°. Desde aquí se puede ver muy bien el patio y el tejado de la Mezquita y apreciar así todas esas naves que desde dentro parecen todas iguales. Las entradas, igualemente, se pueden comprar con antelación desde la misma página web o en las máquinas. Las subidas son cada media hora.

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Vistas del complejo de la Mezquita desde la Torre Campanario

Una vez hayamos dedicado un tiempo a explorar la Mezquita, vamos a pasear por todo el casco antiguo, que es el que se encuentra justo frente a la misma. La primera parada será una calle con mucho encanto: La calleja de las Flores. Es una estrecha calle recorrida por múltiples macetas azules en las paredes (como en muchas otras calles de Córdoba). Al final de la calle es una calle cortada queda una bonita foto de la misma con el alminar de fondo.

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Calleja de las Flores

Todas estas calles son muy agradables de pasear, son fresquitas en verano ya que son estrechas y el sol no pega tan fuerte, y están llenas de tiendas de souvenirs y algunos bares y restaurantes. Al oeste de toda esta zona se halla la Judería y es que en Córdoba hubo una gran comunidad judía antes de que fueran expulsados en 1492 por los Reyes Católicos. Las visitas destacadas de este barrio son:
  • La Sinagoga, construida en estilo mudéjar en el año 1315. Es de pequeño tamaño pero bien merece la pena una visita. Su acceso es gratuito.
  • El Zoco Municipal
  • La escultura del filósofo judío, nacido en Córdoba en 1138, Maimónides.
  • La estatua de otro ilustre filósofo andalusí en la calle Cairuan, Averroes (1126-1198), quien nació y desarrolló gran parte de su obra aquí, en Córdoba.
  • La Casa Andalusí, una auténtica casa del siglo XII que nos ayuda a imaginarnos cómo sería la vida en Córdoba en aquella época; consta de varios patios, habitaciones, una biblioteca, etc. todo ello decorada al más mínimo detalle. Es una visita cultural muy interesante, merece la pena. El precio es de 4€ y va destinado únicamente al mantenimiento de la casa. Abre de 10:30 a 20:00 todos los días, los sábados y domingos desde las 10:00.
  • La Casa Sefarad. En este caso se trata de un museo, más que de una casa. Nos adentra en el mundo de los judíos que habitaban en el Califato de Córdoba antes de su expulsión. El precio es de 4,5€ y abre de jueves a sábado de 11:00 a 18:00 y los domingos de 11:00 a 14:00, de lunes a miércoles está cerrada.
  • Calleja del Salmorejo Cordobés. Esta estrecha calle tiene la curiosidad de mostrar, expuesta en la pared, la auténtica receta de este plato de la región.

FUERA DEL CASCO ANTIGUO

Córdoba no es solo el la parte histórica primordialmente de origen musulmán, sino que también tiene otros lugares de interés que surgieron en los siglos posteriores. Un buen inicio para este recorrido podría ser la Plaza de las Tendillas ya que es la que divide el casco antiguo de la parte moderna. Se encuentra en el centro de la ciudad y está rodeada de numerosas tiendas, edificios de oficinas y restaurantes.

Si cogemos la calle Claudio Marcelo llegaremos al Ayuntamiento de Córdoba, de aspecto moderno, nada que ver con otros ayuntamientos de otras ciudades. Se encuentra junto a unas ruinas romanas descubiertas en los años 50 durante la renovación del Ayuntamiento.

A escasos metros nos toparemos con la plaza de la Corredera, algo así como la Plaza Mayor de Córdoba. En ella hay varios bares y restaurantes en los que podrás comer el clásico menú cordobés de salmorejo de primero y flamenquín de segundo. Exquisito.

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Plaza de la Corredera

A continuación, proseguimos en dirección sur hacia la Plaza del Potro, cuyo nombre proviene de la estatua que corona la fuente de la plaza, un potro.

Esta plaza es conocida por haber sido citada en el Quijote. Es una pintoresca plaza con la fuente del Potro en el centro, la Posada del Potro y el Museo Julio Romero de Torres, uno de los más famosos pintores cordobeses, si no el que más, del siglo XIX-XX. También se encuentra, justo detrás de la fuente, el Triunfo de San Rafael, un monumento en honor al arcángel San Rafael, Custodio de Córdoba desde el siglo XIV.

Hasta aquí estaba todo relativamente cerca una cosa de la otra, pero hay aún tres puntos de interés un poco más alejados del centro:
  • En la Plaza de los Capuchinos, admiraremos el Cristo de los Faroles, una escultura realizada en el siglo XVIII.
  • Desde esa plaza, podemos seguir hasta el Palacio de la Merced, un antiguo convento del siglo XVIII, reconvertido en Diputación provincial.
  • Y, por último, nos alejamos un poco de la zona para llegar al Palacio de Viana, un edificio-museo de patios y jardines, declarado Bien de Interés Cultural. En su web están los horarios y precios.

Lo bueno que tiene Córdoba es que, como has visto, se puede recorrer entera andando, ya que no es muy grande. En función de los días que pases, te puedes organizar como quieras y dedicarle más o menos tiempo a los museos.

¿Dónde comer en Córdoba?

Para comer, hay múltiples restaurantes alrededor de la Mezquita, si bien suelen estar destinados a los turistas, por lo que la relación calidad-precio es más baja que en otros sitios, aunque comer seguramente comamos bien. Lo mejor es alejarse un poco para ir a aquellos sitios donde los cordobeses van a comer.

Los platos más típicos de la región (no solo en Córdoba sino también en Jaen, por ejemplo) son el salmorejo, el flamenquín y el rabo de toro. Y si queréis llevaros un dulce típico de recuerdo, uno muy popular es el pastel cordobés, relleno de cabello de ángel. Lo podéis encontrar en casi cualquier panadería/pastelería. 

Un lugar muy significativo es la Taberna Sociedad de Plateros, que está cerca de la Plaza del Potro, alejado un poco de la zona turística y en el que se come muy bien. Pedimos salmorejo, croquetas de rabo de toro, flamenquín berenjenas con miel, bacalao rebozado, todo riquísimo.

Otros restaurantes que también están muy bien son Taberna San Miguel Casa El Pisto y Taberna Góngora, fuera del casco antiguo pero relativamente cerca andando.

Si queréis variar un poco de cocina, podéis ir a La Tía Juana, una franquicia de un restaurante mexicano en el que la calidad de los platos están a la altura de la decoración del sitio. Es un poco más caro que la media de Córdoba, pero merece la pena.


Más alternativas

→La Feria de Córdoba. La famosísima feria de Córdoba tiene lugar durante la última semana de mayo en la zona de El Arenal, junto al río Guadalquivir y el Estadio Nuevo El Arcángel del Córdoba CF. Es uno de esos eventos nacionales que hay que vivir algúna vez en la vida. En este recinto encontraremos dos partes diferenciadas, por un lado la parte de las atracciones y puestos de comida típicos de cualquier feria y, por otro, la explanada donde se sitúan todas las carpas, concretamente 90. Estas carpas o casetas pertenecen a distintas asociaciones, agrupaciones e incluso partidos políticos. Lo bueno de la feria de Córdoba, a diferencia de la de Sevilla, es que prácticamente todas las casetas, salvo alguna excepción, son de acceso gratuito. Cada una tiene su ambiente, tipo de música, algunas con comida, otras solo bebidas, etc. 

Las mujeres aprovechan la ocasión para lucir sus trajes de gitana o de flamenca mientras que los hombres suelen llevar el tradicional traje cordobés, los más valientes con sombrero incluido. Por el día (y tarde) es cuando más se disfruta, ya por la noche hay que tener un poco de cuidado, vamos lo normal en este tipo de eventos multitudinarios donde la gente se tira horas bebiendo. Una bebida que se toma mucho en esta zona y más aun en feria es el rebujito (vino manzanilla mezclado con una bebida con gas), lo veremos en casi todas las casetas.

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Entrada a la Feria de Córdoba


→Ahora hablamos de una excursión muy recomendable, también Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. A unos 8 Km de Córdoba se encuentra Medina Azahara (Madinat al-Zahra en árabe), un pequeño yacimiento de una ciudad árabe fundada en 936 por Abderramán III para ser la sede central del Califato. Las continuas guerras por Al-Ándalus causaron mucho deterioro en ella, de hecho apenas duró ochenta años, y hoy casi todo son ruinas. Sin embargo, por los pocos edificios que quedan en pie y por toda la historia que hay detrás, merece la pena visitarla. Su significado es "ciudad brillante".

La ciudad se dividía en la parte alta, el Alcázar, que era donde residía el califa y su gobierno, y la medina, que es donde lo hacía el pueblo. Lo más destacado del yacimiento es la estructura de la ciudad, y los restos de algunos edificios importantes como el Salón Rico que estaba situado en el Alcázar, la mezquita aljama (la mezquita principal), aunque aquí apenas queda el solar, y la Casa de Yafar, en nuestra opinión lo más destacado. Cabe mencionar que solo hay un 12% encontrado de todo lo que era la ciudad y, ante nuestra pregunta de por qué no se sigue excavando, la respuesta del centro fue que por falta de fondos. Así que imaginad lo que puede haber aún enterrado por ahí. Hay un recorrido guiado por lo que queda de ciudad con paneles explicativos y un folleto que te dan a la entrada del centro de visitantes, con esto es suficiente para entender lo que estamos visitando. El que quiera ampliar más la información, puede contratar una visita guiada. El recorrido nos llevará unos 50 minutos.

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Vistas del yacimiento de Medina Azahara

Lo más sencillo para visitarla es hacerlo en coche, no se tarda nada y hay aparcamiento suficiente. No obstante, el que lo prefiera, también puede optar por contratar una visita guiada organizada desde Córdoba. Tenéis que dirigiros al Centro de visitantes de Medinat al-Zahra, que es donde está el aparcamiento. La visita consta de un museo sobre la época musulmana en Córdoba y un vídeo informativo, que también encontramos en Youtube. Después, hemos de coger un autobús para visitar en sí los restos de Medina Azahara, cuyo trayecto apenas dura 5 minutos. El precio del museo y del yacimiento es gratis, lo único que hay que pagar es el translado en autobús que cuesta 2,5€ ida y vuelta. Los autobuses suben y bajan cada 20 minutos, lo ideal es empezar por el museo y al final visitar el yacimiento, aunque también se puede hacer al revés. En total os llevará unas 3 horas tomándolo con calma.

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