Artículo actualizado en: 2023-10-04T07:38:53Z

Budapest

Budapest es la capital de Hungría, y con poco más de 1,7 millones de habitantes, la ciudad más poblada del país. Desde 2004, Hungría forma parte de la Unión Europea aunque su moneda no es el euro, sino el florín húngaro (HUF).

Budapest nace de la unión de tres ciudades: Buda, Pest y Óbuda, si bien las dos primeras son las más admirables y las más conocidas. Para muchos, es la ciudad más bonita de Europa ya que cuenta con edificios tradicionales típicos de la Europa del Este y es atravesada por el Danubio, el río más largo de la UE que divide la ciudad en dos, quedando Buda y Óbuda al oeste y Pest, al este.

La ciudad de Budapest necesita, al menos, 3 días para verla con calma. Lo ideal es dividir los días en Buda y Pest para no tener que estar cruzando el río continuamente de un lado al otro y así aprovechar mejor el tiempo. También es cierto que Budapest tiene una buena red de metro que cubre casi toda la ciudad y, donde no llega, hay autobuses y tranvías.

Algo básico que debéis saber para poder moveros con facilidad por allí es que "utca" es "calle" y "tér" es "plaza" 😊.

    Breve historia de Budapest

    Antes de comenzar, deberíamos hacer un breve inciso sobre la historia de Budapest, ya que nos iremos encontrando a lo largo de la visita con múltiples referencias y lugares históricos por toda la ciudad.

    En el siglo XIX, Hungría pertenecía al Imperio Austríaco. A mediados de siglo surgió la llamada Revolución Húngara de 1848. Este intento de independencia fue reprimido duramente por el emperador Francisco José I de Austria, marido de Isabel de Baviera, más conocida como Sissi. Sissi era muy querida en Hungría ya que solía visitar a menudo Budapest. Además, una de sus hijas nació aquí e incluso se dice que mantuvo una relación con el Conde Gyula Andrássy, nombre que lleva precisamente una de las calles más grandes e importantes de Budapest.

    Por todo ello, la emperatriz resultó clave para que en 1867 el Reino de Hungría se independizara y dejara de pertenecer al Imperio Austríaco, formando ambos el Imperio Austrohúngaro. Francisco José y Sissi fueron los reyes de Hungría en esta nueva etapa. Al caer el Imperio Austrohúngaro en 1918, Hungría se declaró una república independiente.

    Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Budapest quedó parcialmente destruida por las bombas de los aliados. Los puentes fueron destruidos y muchas personas perdieron la vida durante los ataques. Tras la Guerra, Hungría fue ocupada por la Unión Soviética. En 1956 comenzaron a surgir grupos revolucionarios y manifestaciones en contra del gobierno estalinista de la Unión Soviética. Lo que comenzó como una pequeña rebelión se convirtió en una auténtica revolución, uniéndose a esta el ejército húngaro. Imre Nagy, líder húngaro, anunció que Hungría dejaba de formar parte del Pacto de Varsovia (acuerdo de apoyo militar por parte del Bloque del Este liderado por la URSS con el objetivo de hacer frente a la OTAN –alianza formada por el bloque europeo y norteamericano–). Esto enfadó a la URSS, que se vio obligada a sacar los tanques. Tras cerca de 40.000 muertos, la resistencia húngara no aguantó mucho más y acabó sucumbiendo al poder comunista. Muchos húngaros se exiliaron entonces a Austria y a otros países cercanos.

    ¿Cómo llegar desde el aeropuerto de Budapest al centro?

    Lo más probable es que hayáis volado a Hungría en Ryanair o Wizzair. Si vais con Wizzair, tened cuidado con el equipaje de mano, ya que no permiten maleta pequeña a bordo, simplemente permiten una mochila o un bolso; si te presentas en el avión con la maleta sin haberla facturado tendrás que pagar 45€ por maleta. Con la nueva política de Ryanair también has de seleccionar priority y pagar un poco más para subir la maleta de mano al avión.

    Dicho esto, una vez hayáis llegado al aeropuerto de Budapest, tendréis que comprar tickets de transporte. Dependiendo de cuándo y cuántos días vayáis, lo recomendable es coger abonos de varios días. El de 3 días cuesta unos 17€ y te vale para coger metro, bus y tranvías. Aunque vuestra intención sea ver la ciudad caminando, lo cierto es que el frío y la lejanía de algunos sitios hacen que al final acabes usando el transporte público más a menudo de lo esperado. El precio del trayecto individual es de 350HUF.

    Una vez comprado el billete, cogeremos uno de los dos siguientes autobuses:
    • El autobús 200E, cuya parada se encuentra saliendo de la terminal y girando a la derecha. Este bus nos llevará a una parada de metro de la línea 3 (Kőbánya-Kispest) desde donde podremos llegar al centro de la ciudad.
    • El autobús 100E, el cual conecta el aeropuerto con la plaza Deák Ferenc tér, con una frecuencia de media hora entre autobús y autobús. El primero sale desde la plaza Deák Ferenc tér a las 4 de la mañana mientras que en sentido contrario (desde el aeropuerto) lo hace a las 5 de la mañana. El precio es de 900HUF, hay que pagar en florines y se puede comprar tanto en las máquinas expendedoras como en el propio autobús.
    Como curiosidad, cabe mencionar que las líneas 2 y 4 de metro cruzan el Danubio ¡por debajo! por lo que tendrás que bajar muchas escaleras mecánicas hasta poder coger el metro en algunas estaciones.

    ¿Qué ver en Buda?

    Castillo de Buda (Budavári Palota). Si hay un monumento que se ve tanto desde el río como desde cualquier lugar de Pest, ese es el Castillo de Buda. Este castillo ha sido el hogar de reyes húngaros desde el siglo XIII. Sin embargo, el castillo ha pasado por múltiples manos y ha sido reconstruido varias veces debido a las diversas guerras habidas durante la historia. En el siglo XVII, el castillo perteneció a los Habsburgo, quienes conquistaron Buda tras muchas batallas. Tantas, que Buda quedó prácticamente destruida y fueron ellos los encargados de reconstruirla y dar un nuevo diseño al castillo. En 1944 fue nuevamente dañado por la Unión Soviética en sus ataques a la Alemania nazi por lo que la última reconstrucción data de después de la II G.M.

    budapest que ver
    Castillo de Buda desde el Puente de las Cadenas

    Hoy en día alberga la Galería Nacional Húngara (Hungarian National Gallery), la Biblioteca Nacional de Hungría (Országos Széchényi Könyvtar) y el Museo de Historia de Budapest (Budapesti Történeti Múzeum). Para llegar, lo mejor es subir andando por el camino que nace enfrente del famoso Puente de las Cadenas, o bien subir en el funicular, que es de pago. Este puente es historia viva de la ciudad ya que fue el primero en conectar las ciudades de Buda y Pest (año 1849).

    budapest iglesia de matias
    Iglesia de San Matías (Mátyás Templom). Siguiendo nuestro paseo por Buda, relativamente cerca del Castillo, se encuentra esta iglesia, sin duda alguna la iglesia más famosa de la ciudad. Fue construida en 1255 y su nombre se estableció en honor al rey Matías de Hungría. Sin embargo, en 1541, al ser ocupada por los turcos, pasó a ser una mezquita. Durante la liberación de Hungría por parte de los turcos en 1686, la iglesia quedó totalmente destruida y, tras varios intentos de reconstrucción, fue el arquitecto Frigyes Schulek a finales del siglo XIX quien la restauró, consiguiendo que adaptara la misma apariencia que originalmente tenía.

    Merece la pena visitar la iglesia por dentro ya que es muy bonita y no es muy cara la entrada. En su interior alberga reliquias y tesoros varios, incluso un cuadro de la famosa Emperatriz Sissi de Austria, ya que en esta iglesia tuvo lugar la coronación de Sissi y el emperador Francisco José I de Austria como reyes de Hungría en 1867, tal y como os contamos al principio del artículo.



    Bastión de los Pescadores (Halászbástya). Justo al lado de la iglesia de San Matías, se encuentra el Bastión de los Pescadores, un mirador construido precisamente por el mismo arquitecto de la iglesia, Frigyes Schulek, entre 1895 y 1902. Está formado por 7 esculturas que representan 7 tribus magiares –el pueblo Magyar es el que habitó en lo que hoy se conoce como Hungría–, si bien son conocidas como pescadores ya que se ubican en un antiguo barrio de pescadores. Desde aquí se obtiene una tremenda vista panorámica de todo Pest así como del Danubio y los puentes que unen las ciudades de Buda y Pest.

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    Bastión de los Pescadores nevado

    Museo Hospital in the Rock. Habíamos oído hablar mucho de este museo y la verdad es que nos unimos a las recomendaciones. Se trata de un antiguo búnker que fue usado como hospital secreto a lo largo del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial decenas de heridos eran atendidos en este hospital. De hecho, aunque la capacidad inicial era de 60 pacientes, se llegó incluso a triplicar el número de enfermos que residieron allí. Los médicos provenían de otros hospitales de Budapest mientras que las enfermeras eran voluntarias. El hospital se siguió utilizando en las décadas posteriores e incluso se preparó para una posible guerra nuclear.

    Las visitas son guiadas y en inglés, cada hora, y hacen descuentos a estudiantes. El único pero es que no se pueden hacer fotos, aunque en su página web hay varias para hacerse una idea de cómo han montado los escenarios interiores, con maniquíes representativos incluidos. En su página web podéis ver sus horarios y precios.

    Para llegar al museo, solo hace falta seguir la calle Szentháromság, que sale de la plaza de la iglesia de San Matías, hasta Tóth Árpad Sétány, una avenida perpendicular a ella. De frente encontraremos un ascensor que desciende hasta la entrada del búnker-museo.

    Citadella. Si queremos obtener una vista de todo Pest, una buena opción es subir a ver la Citadella –no se tarda más de media hora andando–, ubicada en la cima de la colina Gellért. Para subir a esta colina de 235 metros de alto, lo mejor es partir del puente de Elisabeth (Erzsébet híd). La Citadella ha sido históricamente una fortaleza, construida en 1854 por los Habsburgo. Una vez se marcharon los austriacos, la fortaleza pasó a manos de los húngaros que, gracias a su gran ubicación –con vistas tanto a Buda como a Pest–, no la destruyeron y la usaron para diversos objetivos tales como campo de prisioneros o alojamiento de gente sin hogar. Durante la Segunda Guerra Mundial jugó un rol fundamental, albergando una sede de las SS alemanas.

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    Vistas de Budapest desde la Citadella

    En 1947 se construyó en esta cima un Monumento a la Libertad. Este monumento conmemora la liberación de la Alemania nazi por parte de Hungría y consta de tres grandes estatuas, siendo la más importante la mujer central portando una hoja de palmera como símbolo de libertad. A partir de los años 60, la Citadella se convirtió en uno de los atractivos turísticos de Budapest, gracias a las preciosas vistas que ofrece de toda la ciudad.

    Si tenéis tiempo, en la misma colina Gellért se encuentra la iglesia de la Cueva (Gellérthegyi Barlang), una atípica iglesia ubicada en una gruta que merece la visitar.

    ¿Qué ver en Pest?

    El Parlamento (Országház). Qué se puede decir... sencillamente impresionante 🔝. El edificio, de estilo neogótico, se terminó de construir en torno al año 1900 por lo que es relativamente nuevo. Es el tercer parlamento más grande del mundo, por detrás del de Buenos Aires y Bucarest, y superando por poco las dimensiones del de Londres.
     
    Para visitar el Parlamento existen visitas guiadas en varios idiomas, incluido en español. La visita dura menos de una hora pero merece la pena para ver la inmensidad y belleza del edificio, también por dentro. Las entradas se pueden comprar por internet en este enlace y el precio es de 3200 HUF por persona para los ciudadanos de la EEA (European Economic Area), con un descuento del 50% si eres estudiante menor de 25 años. Otra opción es comprarlas en las taquillas en el momento, cuestan un poco más caras (aquí están los precios) pero hay más horarios disponibles para tours que los que se muestran en la página web.
     
    Uno de los principales atractivos del Parlamento es ver la Corona de San Esteban, también conocida como Santa Corona Húngara, utilizada para la coronación de todos los reyes húngaros a lo largo de la historia. Lo más curioso de esta es que tiene la cruz torcida, se cree que esto sucedió en el siglo XVII tras algún pequeño accidente y se decidió dejarla así. Si os fijáis, también figura así en el escudo de armas nacional, ligeramente inclinada hacia la izquierda.

    La parada de metro más cercana al Parlamento es Kossuth tér, en la línea 2 de metro. Al estar a orillas del Danubio, la mejor posición para verlo es desde la otra parte del río, desde Buda. O bien a la orilla del río, o bien desde la parte alta, en el Bastión de los Pescadores, se puede apreciar la belleza de este impresionante edificio. Como complemento a estas vistas, existe la posibilidad de dar un paseo en barco por el Danubio de noche, algo totalmente recomendable ya que ves los principales edificios iluminados a ambos lados del río. Si de día es espectacular, de noche lo es aún más. Hay varias compañías que ofrecen este servicio, nosotros lo reservamos con Civitatis en esta página y no tuvimos ningún problema.

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    Vista del Parlamento de noche desde el barco

    En un ala del Parlamento, a orillas del Danubio, se puede ver otro memorial de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una hilera de pares de zapatos esculpida en 2005 por Can Togay y Gyula Pauer. Estas esculturas tratan de rendir homenaje a todos aquellos judíos, entre otros, que les ordenaban ir al borde del Danubio y descalzarse para, posteriormente, ser disparados por la espalda mientras caían desplomados al río. Esta cruel forma de asesinatos por parte de la Alemania nazi tiene su humilde homenaje en el lugar de los hechos. Para encontrarlo más fácilmente, podéis poner "Shoes on the Danube" en vuestra aplicación de mapas de móvil.

    Frente al parlamento se encuentran los edificios del Museo Etnográfico (Néprajzi Múzeum) y el Ministerio de Agricultura (Földművelésügyi Minisztérium). Este último es fácilmente reconocible por una bolas metálicas que hay pegadas en las paredes junto con varias coronas de flores en memoria del levantamiento de 1956.

    Balnearios. Esta es una visita obligatoria. Es una actividad común entre los húngaros, sobre todo en los fines de semana, y muchos son los balnearios que hay en la ciudad así que es una visita muy recomendable. Nosotros fuimos al balneario de Széchenyi ya que es el más grande y famoso de la ciudad. La sensación de estar a 38 grados en el agua y salir al exterior por la noche, que en invierno estaba a -5 grados, es algo que tenéis que probar. Este balneario cuenta con tres piscinas al aire libre y una parte cubierta con varias piscinas pequeñas, saunas y baños turcos. En su página web tenéis los distintos precios. La entrada incluye una taquilla donde poder dejar las cosas, lo único que hay que llevarse es toalla y chanclas, allí te dan una pulsera electrónica para poder pasar a la piscina. Es más, los sábados (casi todos) por la noche, a partir de las 22:30, hacen fiestas nocturnas en este balneario, así que si lo que buscas es salir por la noche, prueba esta novedosa forma de ir de fiesta. Eso sí, sabed que pasadas un par de horas la salubridad brilla un poco por su ausencia. Aquí podéis comprar las entradas para estas fiestas.

    Para llegar allí hay que coger la línea M1 hasta la parada Széchényi Fürdö, penúltima parada de la línea.

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    Balneario de Széchenyi 

    Otra de las ventajas de ir a este balneario y no a otro es que justo al lado de Szechenyi, se encuentra la Plaza de los Héroes (Hősök tere), ubicada en la anterior parada de metro (también de la M1) de mismo nombre que la plaza. Esta plaza queda rodeada por importantes edificios como son el Museo de Bellas Artes (Szépművészeti Múzeum) y el Palacio de Arte (Műcsarnok). En el centro de la plaza, predomina el Monumento del Milenio (Millenniumi emlékmű), el cual está formado por un obelisco de 36 metros coronado por el Arcángel Gabriel y, alrededor, 7 esculturas de las famosas 7 tribus magiares que comentábamos en el Bastión de los Pescadores. Fue diseñado en 1894 y terminado de construir 35 años más tarde. Rodeando al monumento y las esculturas magiares, encontramos personajes célebres de la historia de Hungría.

    Avenida de Andrassy. De la Plaza de los Héroes nace esta gran avenida, una de las calles más grandes de Budapest. A lo largo de dicha avenida podemos contemplar la Ópera Nacional de Hungría (Magyar Állami Operaház), construida en 1884 de estilo neo renacentista, así como por el Oktogon, una famosa plaza que realmente no tiene mayor cosa que varios restaurantes tipo Fridays, McDonald's, Starbucks, etc. Si nos desviamos un poco desde el Oktogon por la calle Teréz krt. podemos tomar un café en el histórico y precioso New York Café (New York Kávéház), centro de la vida literaria húngara del siglo XX desde que fuera inaugurado en 1894.

    Al final de la Avenida Andrassy ya podremos vislumbrar la Basílica de San Esteban (Szent István-bazilika), catedral católica de Budapest terminada de construir en 1905 en estilo neoclásico. Obligatoria también es la subida a la cúpula, desde donde se obtienen unas espléndidas vistas de la ciudad. El precio no es caro y se puede subir en ascensor. En el interior de la iglesia se encuentra una reliquia de incalculable valor: la mano derecha de Esteban I (975-1038), primer rey de Hungría –de ahí el nombre de la Basílica–.

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    Fachada principal de la Basílica de San Esteban

    Mercado central (Nagy Vásárcsarnok). Al menos un día tenéis que venir a comer a este lugar. Se trata de un gran mercado cubierto. En la planta baja se vende pescado, fruta, dulces caseros, etc., y en la planta de arriba se puede comer comida típica húngara, sobre todo el clásico Goulash (una especie de guiso con carne) del que tanto hemos oído hablar. Son puestos con dos o tres mesas por lo que no siempre vas a encontrar sitio para sentarte. Aparte de comida típica, también hay puestos de souvenirs y, tras haber visto las distintas tiendas encontradas a nuestro paso por la ciudad, podemos decir que aquí están los recuerdos más baratos. Se encuentra además en un lugar inigualable, frente al Danubio (calle Vámház krt. 3), de tal manera que se puede ver muy bien por fuera si damos un paseo en barco.

    Para llegar al Mercado Central, lo recomendable es partir de Vörösmarty tér, otra de las plazas más importantes de la ciudad, donde podréis tomar un café en la lujosa Pastelería Gerbaud, y coger la calle Váci utca –famosa calle comercial de Budapest– hasta llegar al mercado, de tal manera que podéis ver de camino dos de las plazas/calles más transitadas de la ciudad.

    Por otro lado hay que hablar del barrio judío. El barrio judío está presidido por la sinagoga Dohány (Dohány utcai zsinagóga), una de las más grandes del mundo. Esta sinagoga se construyó a mediados del siglo XIX y es la más grande de Europa y segunda más grande del mundo por detrás de la de Jerusalén. En 1939 fue destruida por los nazis y hasta 1991 no se empezó a restaurar hasta tener el aspecto que tiene a día de hoy. Para visitarla es preciso pagar entrada. Hoy en día el recinto, además de la propia sinagoga, cuenta con un museo judío, un cementerio judío y un memorial en recuerdo a las víctimas del Holocausto. Además de la sinagoga hay algunos cafés judíos, así como restaurantes de comida kosher.

    ¿Dónde comer en Budapest?

    A continuación os recomendamos una serie de restaurantes para degustar la comida local:
    • Mercado Central, comentado anteriormente en el artículo.
    • Mazel Tov, un bar ruina/restaurante en el barrio judío, con buena comida y música en directo. Muy recomendable.
    • Bors Gastro Bar, un pequeño bar para picar barato.
    • Frici Papa, un clásico sitio económico con comida típica húngara (pollo a la paprika, caldos varios, goulash, etc.), ideal para pedir varios platos para compartir. Está en Király utca 55.
    • Menza Étterem és Kávézó, otro buen lugar de comida tradicional húngara, un poco más caro que el anterior pero también de más calidad, en Liszt Ferenc tér 2.
    • Két Szerecsen Bisztró, tanto para comida húngara como para brunch. Calle Nagymező u. 14.
    • Hungarikum Bisztró, también de comida nacional y música en directo. El sitio es turístico y por eso un poco más caro que la media húngara, pero está rico. En la calle Steindl Imre u. 13.
    Por otro lado, otros sitios curiosos para comer o tomar algo son el For Sale Pub, cuyo nombre quiere decir "en venta" aunque en realidad no es que el local esté a la venta, sino que la gente puede poner anuncios o mensajes en papelitos y pegarlos en las paredes; y el The Magic Budapest, que nos hará sentir como si estuviéramos en un libro de Harry Potter.

    En cuanto a platos, algunos clásicos son el ya mencionado goulash, el langos (masa frita con diversos ingredientes encima a modo de pizza) y, de postre, el kürtőskalács (una masa enrollada dulce), exquisito.

    Bares y discotecas en Budapest

    Imaginamos que si estáis investigando qué ver en Hungría, ya habréis oído hablar de los bares de ruina. Se trata de edificios que estaban en mal estado, semi-abandonados, y que la gente empezó a restaurar por su cuenta hasta llegar a convertirlos en un bar, pagando un módico precio al Ayuntamiento por su alquiler –ya que son edificios en ruinas–. A partir de ahí, cada dueño le da su estilo y hoy en día son una referencia en Budapest y tienen un ambiente muy internacional, con todos los turistas que se acercan a verlos diariamente. Nosotros fuimos al Szimpla (Kazinczy utca 14), que es el más famoso de todos, por lo que está siempre hasta arriba. En cuanto a otros, aunque no llegamos a ir por falta de tiempo, amigos que vivieron aquí nos recomendaron el Púder Bárszínház y el Csendes Létterem, aunque estos son más estilo restaurante. Si buscáis algo más tipo discoteca en lugar de bar, quizás os interese el Instant-Fogas, el bar ruina más grande de Budapest y de entrada gratis también a pesar de ser discoteca. Decoración extravagante, bebidas baratas, cachimbas, distintos ambientes y buena música será lo que encontraréis en este tipo de bares. Estos bares se encuentran en su mayoría cerca del barrio judío.

    Más alternativas en Budapest

    Parque de estatuas comunistas. Si tenéis más tiempo, podéis daros una vuelta por este peculiar parque. Está un poco lejos del centro de la ciudad por lo que en transporte público, con varias combinaciones de transportes, se puede llegar en una hora aproximadamente. Se trata del Memento Park, un parque con estatuas de líderes comunistas, del Ejército Rojo, incluso de algunos combatientes húngaros que participaron en la Guerra Civil española. Como decimos, si estáis un buen tiempo en Budapest es una excelente opción para completar vuestro viaje.

    Excursiones desde Budapest

    - Pueblos húngaros cercanos como Szentendre que, según nos comentaron, es de los más bonitos.

    - Bratislava. La capital eslovaca se encuentra a poco más de 200 Km de Budapest por lo que es una excursión ideal de un día. Lo más económico es ir en autobús; os recomendamos la compañía Fun & Relax, cuyos autobuses estaban bastante bien, ¡incluso con azafato/a como en los aviones! Hay trayectos con frecuencia y el billete se puede comprar en el propio autobús (precio: 11 euros) o en la estaciones de autobuses con antelación (6 euros en este caso). De las estación de Bratislava al centro hay unos 15 minutos andando.

    - Praga. La capital checa no es una excursión de un día pero sí un destino típico cuando se recorre el centro de Europa. En este caso la empresa que cubre este trayecto se llama Regiojet, tiene tanto autobuses como trenes.

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